Alrededor del fútbol siempre ha habido una serie de cuestiones que crean polémica y que, de vez en cuando, saltan a la luz pública y provocan eternas discusiones, algo que es consustancial con el juego y que, a la vez, lo hace tan atractivo. Porque es el ambiente que rodea al propio fútbol el que lo diferencia de otros deportes, que están un escalón (o dos) por debajo.
Vamos a hablar en esta ocasión del tiempo efectivo que se emplea en los partidos de fútbol. Es, como decíamos anteriormente, un tema recurrente y que está en boca de los aficionados de vez en cuando. Ahora, con los suplementos que conceden los árbitros (algunos de ellos) en diferentes partidos se ha vuelto a hablar de los minutos útiles, es decir, aquellos en los que el balón está en juego. Hay un sector de aficionados al que le gustaría jugar a reloj parado, como se hace en baloncesto. Es decir, que el tiempo solamente corriese cuando el balón circula dentro del terreno de juego. También hay contrarios a este punto de vista porque consideran, entre otras cosas, que los encuentros se alargarían enormemente y perderían algo de la gracia que tienen actualmente.
Lo cierto es que el equivalente a nuestra LFP, pero de Portugal, está realizando esta temporada recién iniciada un control sobre el porcentaje de tiempo que el balón está en juego una vez efectuada la medición de los minutos que los equipos disputan en cada partido. Y hay que decir que prácticamente todos –con alguna pequeña excepción- superan el cincuenta por ciento de tiempo jugado, siendo incluso normal que la cifra se eleve por encima del sesenta por ciento. Llamó la atención, por cierto, el partido de la última jornada entre el Boavista y el Sporting de Lisboa, en el que se jugaron 62 minutos y medio de partido, algo más de sesenta por ciento de porcentaje.
Naturalmente, en estas mediciones juegan un papel preponderante los árbitros. Concretamente, el colegiado portugués Bruno José Costa figura como el que facilita un mayor tiempo de juego, con casi un 62 por ciento del tiempo efectivo. Otros como Claudio Pereira , Nuno Almeida o Joao Pinheiro superan el 54 por ciento.
Y, como detalle final, digamos por curiosidad que los partidos de los grandes –Benfica, Oporto y Sporting- no son necesariamente en los que se juega más tiempo, quizá porque de ello se encargan los rivales.
