En anteriores episodios del proceso ‘degenerativo’ clasificatorio por el que transcurre este Deportivo y cuando se veía que no daba arrancado, pedía, incesantemente, que alguien desde dentro de la casa saliese para, por lo menos, asumir responsabilidades y paralelamente, ofreciese ciertas garantías de un cambio de estrategia. Es decir… levantar la moral de la ‘tropa’. Circula un whastsapp punzante que resume el sentimiento de los que lo vivieron: “Traer a Djalminha a ver esto es como resucitar a Mozart para llevarlo a un concierto de Leticia Sabater”.
Pues pasado el tiempo, la vida sigue igual. Tras el descalabro ejecutado ante el filial céltico, el silencio es la nota predominante. Los casi 26.000 espectadores o los 28.000 abonados, como ustedes prefieran, deberán por si solos comerse el marrón de lo que presenciaron el pasado domingo en Riazor.
Se sigue con la cantinela de que hay un equipazo y que todo se basa en seguir trabajando. Pues parece que no llega, ni mucho menos. Jugadores recién fichados no ofrecen una garantía para formar parte de un proyecto ganador y otros que tiene el ‘aurea’ de intocables están dejando mucho que desear.
Soy consciente de que en el mundo del fútbol todo es muy relativo. Yo mismo, veía al equipo con una presunción de fortaleza, pero claro, resultó ser el cuento de la buena pipa, donde no había cuento. Se viaja a tierras de Ponferrada para afrontar un nuevo envite, si se ganase, seguro que todo volvería a un cauce de satisfacción, pero sería engañarse. Para ser campeones de la competición, que es la meta predispuesta, se necesita mucho más en todos los aspectos.
Se vuelve a tocar el recurso de la presión. ¡¿Otra vez estamos con esta retahíla?!. Resulta un menosprecio a la inteligencia. Si realmente este fuese el problema, que digan exactamente cuanta gente quieren que vaya a Riazor. A más de uno, para no sufrir, le harían un favor.
A todo esto… ¿qué estará pensando la cúpula de la propiedad?. Cambiaron de arriba abajo todo el esquema organizativo y está viendo que su actuación no es lo que preveían. Las tácticas bancarias es evidente que no funcionan futbolísticamente hablando.
Cambiando de tercio. Curioso lo que le está pasando al ínclito Piqué con su propiedad en Andorra. El Gobierno del estado le comunica que no podrán disponer del estadio para la próxima temporada, ya que tienen un acuerdo previo con la Federación de Rugby. El empresario aduce que invirtió en las instalaciones, para adecuarlas a las normativas de la Liga, cerca de cuatro millones de euros. Si esto no se soluciona, pretende llevarse al equipo a otra zona, pero veo que con la normativa en la mano no le va a resultar nada fácil. Pero claro, son Piqué y Tebas, por lo que todo puede pasar.
Finalizo. Excelente principio del Leyma. A pesar de los picos adversos en el marcador, supo mantener el tipo en la recta final ante el potente Betis. Actitud de equipo grande. A ver si logran mantener esa estabilidad en una competición de alto voltaje como es la LEB Oro. El respaldo en las gradas del Pabellón de Riazor será una baza fundamental para poder aspirar a lo máximo en esta temporada.
Como siempre un placer.