Sigo sin salir de mi asombro. Que tras los acontecimientos vividos en Salamanca nadie del ‘profesional’ Consejo de Administración del Deportivo saliese a la palestra para, por un lado, agradecer el esfuerzo realizado por la afición en su desplazamiento, en masa, para apoyar al equipo y por otro, trasladar su posicionamiento sobre los resultados adversos que se vienen sucediendo y que ponen en serio riesgo el objetivo inicial.
Entiendo que se deben tomar decisiones: O cesar de inmediato al actual técnico por su incapacidad de gestión, decisión que particularmente compartiría o por el contrario, mostrarle un total apoyo externo al trabajo que viene realizando y cerrar filas con él. Pero algo habrá que hacer. Dejar pasar el tiempo solo es sinónimo de descalabro.
En casa se gana, cuando toca, con el respaldo de los aficionados. Fuera ya ni les cuento. Difícil recordar la última victoria. Algún puntito que otro y para de contar. Imposible ascender bajo estas
premisas y eso que se lo ponen relativamente asequible.
La afición deportivista, no me cansaré de repetirlo, no se merece esta situación de desamparo. El posicionamiento en la tabla clasificatoria indica que se vive una etapa muy crítica. Las declaraciones del técnico, al finalizar el partido ante Unionistas, demuestran una fragilidad muy preocupante. O no se entera de lo que está viviendo a su alrededor o entiende que su afición flirtea con el masoquismo. Insto, al órgano supremo, a mover ficha de forma urgente. De no hacerlo, les quedará en su conciencia la repercusión. Se nos presentan como profesionales de la gestión y por lo tanto se les debe censurar ante su mala praxis. Estoy expectante de cómo reaccionará Riazor en la próxima cita contra el ‘amigo’ Fuenlabrada.
Cambio de tercio. Malos tiempos para el Barcelona. Ceferin (actual presidente de la UEFA) afirmó que “la situación del Barcelona, en el caso Negreira, es excepcionalmente grave”. Veo que, a nivel europeo, la guadaña está desempolvándose. En sus declaraciones asegura que es el caso más escandaloso que ha visto desde que es presidente.
A todo esto hay que incorporar la deriva en la que entró el Consejo del Club, anunciando una querella contra quince periodistas por sus informaciones sobre el caso y la petición de cese, a la que me uno, de Tebas al frente de la Liga por su continuada animadversión. Pero no acaba aquí la cosa, les expongo las declaraciones de Jaume Llopis, economista y ex miembro de la Comisión Espai Barça: “Esto es irreversible y se va camino de una sociedad anónima”. “La vuelta de Messi es imposible, es una cortina de humo para que no se hable del caso Negreira”. “Se desconoce la realidad de la deuda, ni la letra pequeña de los contratos”. “Llegará un punto en que la deuda se convertirá en acciones por valor de millones de euros”. “Laporta le arrebatará la propiedad de 145.000 socios para ponerlo en manos de entidades financieras”. Menudo panorama, pero habrá que seguir hablando de Messi. No les recuerda algo parecido a lo que nos está sucediendo en este país. Nos lanzan ‘historietas’ para disipar los verdaderos problemas que nos acucian, que son muchos.
Como siempre un placer