Decían que la pretendida Superliga europea iba a acabar con la Champions League. Pero esta competición es, hoy por hoy, tremendamente popular y las incidencias que ocurren dentro de ella dan para hablar largo y tendido a los aficionados al fútbol. Así ha ocurrido con los cuartos de final, tras los que dos equipos españoles han conseguido el pase a las semifinales, no sin agobios. Pero nadie llega a un paso de la final sin sufrimiento y eso es lo que les ha pasado a casi todos.
Liverpool y Manchester City (dos ingleses) obtuvieron su paso a la penúltima ronda también con apuros, porque nadie regala nada a estas alturas. Los de Klopp se enfrentarán al Villarreal (primero, en Liverpool) y los segundos, al Real Madrid (con el partido de vuelta también en el “Santiago Bernabéu”).
Pero quizá haya sido el Real Madrid el que pasó ronda más justito. Ya en octavos se las tuvo tiesas con el París Saint Germain, por el que se vio superado en muchos momentos de la eliminatoria, y, posteriormente, el Chelsea lo tuvo en las cuerdas durante buena parte del partido de vuelta y no supo rematarlo.
A estas alturas, el principal enemigo del Real Madrid es el físico, con un medio del campo que supera los cien años y algunos jugadores más verdaderamente cansados, producto de la falta de rotaciones por parte de Ancelotti.
Esta eliminatoria nos ha permitido también conocer un Guardiola miedoso, arrugado ante la posibilidad de caer ante un Atlético de Madrid especulador, como es habitual. La falta de decisión del técnico catalán ha hecho caer muchos enteros su prestigio futbolístico.
Por su parte, el Liverpool parece el principal favorito de los cuatro. Está muy entero físicamente, en mejor momento que los de Guardiola, y le guía ciegamente una cuenta pendiente que tiene con el Real Madrid, después de la última final en la que se enfrentaron y que ganó el equipo blanco tras aquella lesión de Salah, tan recordada por algunos.
Finalmente, qué decir del Villarreal. Parece el cuarto en discordia pero un equipo que ha sido superior al Bayern de Munich en el conjunto de los dos partidos no parece situado ahí de casualidad.
El “submarino amarillo”, como se le llama ahora, fue mejor que los alemanes y los mandó a casa con autoridad. Dos clubes españoles y dos ingleses siguen vivos, con pronósticos abiertos para todos los gustos.
