Al Barça y al Real Madrid, las dos grandes locomotoras del fútbol español (yo diría del fútbol mundial), no les queda otra que ir de la mano, se necesitan, ya que tienen intereses comunes; uno sin el otro, no sobreviviría. Ambos tienen un historial muy importante a nivel mundial. Según la Clasificación histórica de títulos, el Real Madrid tiene 100 (14 Champions / Copas de Europa, 35 Ligas, 19 Copas del Rey, 5 Mundiales de Clubes, 3 Intercontinentales, 5 Supercopas de Europa, 2 Copas de la UEFA, 12 Supercopas de España, 2 Copas Latinas 1 Copa Iberoamericana, 1 Copa de la Liga y 1 Copa Eva Duarte), y el Barça 98 (5 Champions / Copas de Europa, 26 Ligas, 31 Copas del Rey, 3 Mundiales de Clubes / Intercontinentales, 5 Supercopas de Europa, 4 Recopas, 14 Supercopas de España, 3 Copas de Feria, 2 Copas Latinas, 2 Copas de la Liga y 3 Copas Eva Duarte). 
 

Barça y Real Madrid, con la Juventus de Turín, mantienen viva la llama de la Superliga europea, no se han achantado ante las amenazas de la UEFA y siguen adelante con su idea, una prueba más de su poderío y capacidad de liderazgo, lo que supondría una revolución total en el fútbol mundial, que permitiría a estos clubes poner en marcha y gestionar una competición al margen del monopolio de las federaciones nacionales, UEFA y FIFA. En los últimos cuatro años la Liga española ha perdido mucho atractivo con las bajas de los dos mejores jugadores del mundo en los últimos tiempos: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi; y corre el runrún de que Barça y Real Madrid se están planteando la posibilidad de jugar la Premier League, hoy por hoy la Liga de fútbol más potente del mundo y la que mueve más dinero ¿quién se negaría a aceptar su inclusión? Barça y Real Madrid, incrementarían notablemente los derechos televisivos respecto a lo que recibieron esta temporada de la Liga española (Barça: 160,1 millones de euros; Real Madrid: 160,9 millones de euros). Yo veo más factible a medio plazo una Superliga europea que al Barça y al Real Madrid jugando la Premier. 
 

El Barça atraviesa una crisis institucional de grandes dimensiones a causa de la mala gestión económica de la anterior directiva, que le ha repercutido a nivel deportivo, ya que no hay dinero para grandes fichajes, y es muy difícil competir al máximo nivel, ya que lamentablemente el fútbol se ha convertido en un negocio, sino que se lo pregunten a los clubes estado que tienen detrás a los oligarcas rusos o a los emires árabes y aun así no son capaces de ganar una Champions como el PSG. Para colmo de males, el Barça no necesita montar un circo para que le crezcan los enanos, ya veremos en que acaba el ‘caso Negreira’, y ahí me quedo. 
 

El Barça, a pesar del nuevo fracaso europeo esta temporada, salvará los muebles gracias a las palancas y al buen trabajo del área deportiva (Mateu Alemany, Jordi Cruyff y Xavi Hernández), que ha conseguido remodelar el equipo para poder competir con cierta solvencia en Liga (que domina con autoridad) y Copa (aventaja al Real Madrid en 0-1 para sellar su pase a la final a falta del partido de vuelta en el Spotify camp Nou el 3 de abril), si bien necesita dar un paso adelante para volver a ganar en Europa; mientras que el Real Madrid, sin estar en su mejor momento deportivo, está vivo para luchar por la 15ª Copa de Europa, y a nivel institucional está en una situación muy estable y solvente, gracias a la buena gestión de Florentino, con capacidad para poder fichar al menos a una de las dos grandes estrellas del fútbol mundial: Mbappé y Haaland. 
 

Barça y Real Madrid: máxima rivalidad en los clásicos y en todas las competiciones deportivas, pero inevitablemente tienen que ir de la mano, ya que son de los pocos clubes del mundo que no se han transformado en sociedades anónimas deportivas, siguen siendo de los socios. Son rivales en el campo, pero fuera se necesitan, para defenderse de los jeques, oligarcas y clubes estado; de ahí que Laporta y Florentino se lleven de maravilla, ya que la unión hace la fuerza. Florentino, con su gran experiencia empresarial, se las sabe todas y es el que marca los tiempos, a Laporta no le queda otra que seguir sus pasos si quiere sobrevivir.