Para analizar la actual situación de este Deportivo, voy a recuperar una frase, que solía expresar un técnico de baloncesto y amigo, cuando las situaciones marcaban incertidumbre: “Si ves el horizonte confuso, agárrate a las buenas sensaciones, que las hay”.
Pues después del sufrimiento padecido ante el Rayo Majadahonda, donde pasaban los minutos y la portería contraria no se descomponía, llegó el gol y la victoria. No quedando ahí la cuestión, los rivales directos pinchaban, lo que propició que se abriese una nueva vía competitiva. Hay tiempo para luchar por el primer objetivo, se está a tiro de piedra. Las opciones por esa plaza están abiertas. Pero teniendo el ‘culo mojado’, como lo tiene la afición deportivista, nunca se puede estar confiado. Es el momento de dar un gran salto de ambición.
Por fin, al equipo lo están recomponiendo. El fichaje de Lucas se está convirtiendo en la piedra angular de un nuevo ciclo. No sé si son las piezas necesarias, entiendo que aportarían más otros peones para determinadas casillas muy huérfanas. Pero por otro lado, supongo que todo este movimiento está teniendo el visto bueno del jefe del vestuario, haciendo caso a sus requerimientos.
Son momentos donde debe imperar el liderazgo. Esto también lo trasladé antes del choque con el Alcorcón y la cuestión fue como fue. Segunda oportunidad que no se puede dejar pasar. El San Fernando, tras ganar en Riazor, adoptó un posicionamiento negativo que lo hace situarse en la cola clasificatoria. En este aspecto no hay disculpa, hay que ganar o ganar.
Cambio de tercio. Se repite de manera cíclica, pero me sigue llamando la atención. Dicen las ‘lenguas’ que para los equipos grandes, como el Real Madrid en este caso, no ganar todo resulta un fracaso. Pues partiendo de esa premisa, cada vez que el cuadro blanco recibe un contratiempo, se monta, principalmente en la prensa de la capital del Reino, el cirio institucional y todas las miradas rodean al técnico en cuestión. De nada sirvió la trayectoria generada hasta ese momento. Todo se desmantela por un mal resultado. La derrota, ante su rival histórico en tierras saudíes, generó un tsunami desproporcionado, cuestionando a técnicos y jugadores. Es lo que tiene ser grande. Pero que nadie se olvide que las cosas que salen bien, normalmente, lo hacen porque los que están al frente tienen mucho ‘sentidiño’ y capacidad. En este caso, Ancelotti está dando muestras de ello constantemente. ‘Su’ problema, ser educado y respetuoso.
Finalizo… Ya sé que es un tema muy manido pero no por ello consecuente. Las instalaciones deportivas de A Torre bien merecen otro tipo de atención. Se nos cuenta que ‘Costas’ no permite realizar ninguna actuación, pero un servidor, a estas alturas de la vida, ya no se chupa el dedo. Yo no digo construir un edificio de cinco plantas, pero montar una cafetería y poner unas graditas para poder cobijarse, en los tiempos que corremos sería de lo más elemental. Si son capaces de sacar la sedición de nuestras vidas, serían unos verdaderos inútiles si no gestionan promover un requerimiento popular muy necesario. Que no se olviden de que están en A Coruña.
Como siempre un placer.
