Observando el desarrollo de la vida política y social de este país, no es de extrañar que nuestro reducto, circunscrito al mundo del deporte, discurra por la misma senda. La incertidumbre reinante genera una nebulosa sobre el futuro de preocupantes consecuencias.
Mi percepción es que el deporte, a los más altos niveles de gestión, está en muy malas manos. Se entrega la responsabilidad en un alto porcentaje, siempre hay gente que rompe esa estadística, a personal que no da el mínimo exigido para poder potenciar planificación y recursos. Políticamente se sigue utilizando sus resortes para beneficio ‘publicitario’, pero nunca con capacidad de progresión eficaz y con visos de un futuro solvente.
Actualmente se presenta, a nivel local, una puerta abierta (elecciones) para que los futuros representantes públicos puedan mostrar sus ‘cartas’. En estos primeros movimientos se ve que todo circula con expedientes muy pobres en ambición, sin sentido de profundidad.
La ciudad de A Coruña bien merece un nuevo proyecto deportivo que esté a la altura de la época en la que nos desarrollamos, moderno y competitivo. No se puede consentir que se sigan escondiendo bajo parámetros obsoletos.
Ver la ciudad deportiva de A Torre en plena decadencia, representa un ejemplo del trabajo institucional. Lo que hace 15-20 años resultó un ejemplo, hoy lo es también, pero de pasividad.
El mundo del deporte coruñés necesita un revulsivo, no puede ser que decenas de equipos de todas las categorías tengan que limitarse a entrenar en medio campo, ante la falta de instalaciones. Cuando los ayuntamientos limítrofes ofertan un ‘producto’ bien distinto.
Es hora de que alguien se tome el deporte como algo esencial y no solo de boquilla. Que trabaje con pasión, pues sin ella, seguro, no se logra llegar a la meta.
Me introduzco en el mundo deportivista. Prometí ser positivo y lo voy a seguir cumpliendo. Tal y como está el panorama, cierro los ojos y me vuelvo ‘canista’ (fiel seguidor del técnico blanquiazul). Por lo tanto, siguiendo sus palabras en rueda de prensa, el punto conseguido en La Línea es todo un éxito y nos genera buenas vibraciones para el partido ante el Real Madrid Castilla. Desear que el domingo Riazor sea una autentica caldera que lleve al equipo en volandas. Voy por la única senda que me queda, la de la fe.
Cambio de tercio. Pertenezco a la generación que vibraba con los primeros partidos televisados de la NBA y con las incipientes revistas especializadas en el tema (Gigantes). Los Magic, Jabbar o Worthy, propiciaron que me decantase por los Lakers como equipo prioritario. Esta madrugada, el cuadro angelino retiraba la camiseta de Pau Gasol para situarla en lo más alto de su pabellón al lado de los grandes de este deporte. Todo un acontecimiento ‘planetario’ que debería representar un gran orgullo para nuestro país. ¡Grande Pau!
Finalizo con un… ¡No puede ser!. Imagino que la cubierta que pusieron al campo 1 de fútbol de Visma no acabará como está. Quiero pensar que aún faltan por llegar las ‘uralitas’ para el pasillo anterior. ¡Madre mía si no fuese así!
Como siempre un placer.
