Poca fiabilidad, baja credibilidad
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17º-23º

Poca fiabilidad, baja credibilidad


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Cuando un equipo que aspira al ascenso no es capaz de dar un puñetazo encima de la mesa para reafirmar su candidatura estamos hablando de un equipo que ha perdido su credibilidad. Ganar los partidos de casa y patinar a domicilio habla bien a las claras de la falta de fiabilidad del conjunto cuando se encuentra lejos del aliento incansable de la afición de Riazor.


A falta de ocho jornadas para concluir la competición se han desperdiciado un buen número de oportunidades para aprovechar los fallos de sus rivales y auparse en el primer puesto. Pero no hay manera. De los últimos quince puntos sólo se ha conseguido sumar cinco. Sirva este dato para mostrar la debilidad del aspirante.


El caso es que se ha confeccionado una plantilla -posteriormente mejorada en el mercado invernal- con las suficientes garantías para mandar en la categoría. Estos datos apuntan directamente al entrenador que no es capaz de obtener el máximo rendimiento de sus pupilos mientras que la afición empieza a estar harta de las excusas del míster.


Óscar Cano se esfuerza en repetir que lo contrataron para ascender, una especie de axioma que utiliza para justificar sus alineaciones y la ausencia en las mismas de jóvenes jugadores emergentes de la plantilla.


Cuando se ha diseñado un equipo con la suficiente calidad para retornar al fútbol profesional y este no carbura puede indicar dos síntomas: que la plantilla carece de carácter y coraje o que desde el banquillo no saben cómo gestionar los partidos.


A día de hoy, el ascenso directo parece una quimera. El Alcorcón manda con paso firme y sus escasos deslices no los aprovechan los deportivistas. El Castilla desborda calidad y sólo la bisoñez de sus jóvenes futbolistas puede hacer peligrar sus posibilidades. Por encima de los coruñeses está todavía el Racing de Ferrol que, a falta de terminar el partido contra el Córdoba (1-1 en el minuto once), aventaja al Dépor en un punto y lo recibirá en A Malata la próxima semana.


Que fallen todos a la vez será difícil pero más complicado parece que los blanquiazules tengan acierto en las últimas cuatro salidas. La historia parece que se va a resolver en las eliminatorias de ascenso, un escenario del que ya nos vacunamos la temporada pasada.


Mientras tanto, Cano debe tener la mosca detrás de la oreja sobre su futuro en el Club. Si no se consigue el ascenso, hará las maletas el 30 de junio. En caso de conseguirlo, es fácil entender que se busque un entrenador de mayor competencia para dirigir al equipo en una competición más exigente y profesional como es la Segunda División. La única duda es que en las últimas jornadas se ponga en peligro la clasificación para el play-off de ascenso. En ese supuesto se verán los reflejos que tiene o debería de tener el Consejo de Administración. @pgarcia_ramos

 

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