El Deportivo tiene casi asegurada la segunda posición de la liga regular, un mini objetivo que está a punto de conseguir y que le permitiría mantener alguna ventaja competitiva en las eliminatorias de ascenso. El empate les serviría en semifinales sin tener que esperar a los fatídicos penaltis. Sus acompañantes en el grupo -descartado el Racing de Santander que tiene el ascenso asegurado como primer clasificado- serán el Racing de Ferrol y muy posiblemente el Celta B, manteniendo opciones de meterse quinto el UD Logroñés, Rayo Majadahonda, Unionistas y hasta podrían colarse el Real Unión y Calahorra, éstos últimos con posibilidades remotas. Casi está todo decidido al margen de los cambios que podrían producirse en la última plaza de promoción.
El Grupo 2 está todavía en el aire. Tres equipos pelean por el ascenso directo (Andorra, Villarreal B y Albacete) y otros seis (Sabadell, At. Baleares, Algeciras, Gimnástica de Tarragona, Linares Deportivo y Real Madrid B) se disputarán la cuarta y quinta plaza de play-off. De entre estos seis clubes saldría el rival del Depor.
Todas estas probabilidades se abren a falta de dos partidos por disputarse. Esto no deja de ser la normalidad de la competición que se mantiene viva hasta la jornada final. Sin embargo, no parece lógico desconocer en qué estadio se disputarán las eliminatorias de ascenso.
La nueva liga Footters, que estrena formato este año, es un continuo desbarajuste que demuestra la escasa planificación y nula capacidad organizativa de la RFEF. A los desajustes ocurridos durante la temporada regular se suman la incertidumbre de en qué campos y qué partidos jugarán en ellos.
El sentido común indica que a principio de temporada se conozcan los campos donde se diputará el play-off, así como los cruces que acogerán cada uno de ellos. Es decir, el 2º del grupo 1 contra el 5º del grupo 2 jugarán el partido en tal fecha y en el campo acordado, y así sucesivamente con el resto de eliminatorias.
Pues no es así. Una vez designadas las sedes -bien entrada la temporada- se decidió que acogieran las eliminatorias los campos de Riazor, A Malata y Balaídos. Pero todavía no se sabe a ciencia cierta qué estadio acogerá los distintos partidos. La historia tiene más calado porque el Deportivo, Racing de Ferrol y, muy posiblemente Celta B, podrían jugar como anfitriones en sus eliminatorias, pudiendo darse un conflicto de intereses sobre la elección del escenario de un partido entre, por ejemplo, un Racing-Celta B, o un Deportivo-Celta B. ¿Dónde se jugarían estos partidos?
La Federación se ha sacado de la manga una resolución tan absurda como imprecisa: el club que puje por más entradas para el partido lo jugará en su campo, teniendo que abonar el club solicitante los tickets demandados y luego ya se verá como los recolocan entre su afición. Y cuidado con los problemas que puedan derivarse de esta extraña decisión.
En fin, una locura que no tiene ni pies ni cabeza. ¿Es tan difícil programar una competición con un poco de sentido común?