Vuelve a Copa de Europa y la competición castiga al primer equipo español en liza. El martes en París cayó el Madrid por un resultado más escaso del que se podría haber llevado. Los blancos, que gobiernan con solvencia la Liga, ofrecieron una pobre imagen ante un potente PSG plagado de magníficos jugadores que además cuenta con un entrenador (Mauricio Pochettino) que ha acertado al plantear desde el principio un partido incómodo a los pupilos de Ancelotti.
Salió el equipo encogido ante un PSG que presionaba arriba dificultando la salida del balón de los merengues. Precisamente fue en la línea de creación donde sufrió más el Madrid. Un centro del campo donde se esperaba más del trío formado por Kroos, Modric y Casemiro. La denominada mejor media de Europa empieza a mostrar síntomas de agotamiento físico.
Atrás funcionó bien la pareja de centrales con un colosal Militao, pero que hacía aguas en los laterales. Nunca pudo Carvajal con Mbappé, un portento físico y técnico que trajo de cabeza a la zaga blanca. Tampoco estuvo inspirado Mendy que se perderá el partido de vuelta por sanción.
Poco pudieron hacer los tres de arriba ante la escasez de balones que llegaban con opciones de crear peligro. Ni Vinicius ni Asensio salieron de un regate y la aportación de Benzema en esas condiciones resulta nula. Sin posesión este equipo está abocado a lanzar algún contra ataque que en esta ocasión tampoco fue capaz.
Y es que este Paris Saint Germain cuando juega como un equipo es tremendo. Al contrario que el equipo madrileño, jugaron con dos laterales fuertes y casi infranqueables, un centro del campo que surtió de balones a una delantera de época formada, en este caso, por Messi, Mbappé y Di María, a los que se sumó al final Neymar.
El uno a cero parece un resultado escaso para el dominio francés. La buena actuación de Courtois y la falta de puntería de la delantera parisina hicieron posible que el Madrid saliera con vida del Parque de los Príncipes.
Mucho tendrá que meditar Carletto para ofrecer una cara más competitiva en el Bernabéu. Por lo de pronto afronta el partido de vuelta con las bajas de Casemiro y Mendy. La clasificación está en este punto muy difícil si bien el ADN de este Club en la Copa de Europa hace que todo sea posible.
Queda para la intrahistoria de este duelo - y consuelo madridista- la más que probable presencia a coste cero del fenómeno Mbappé el año que viene en el equipo de Concha Espina. Una afrenta que se une al ruinoso fichaje de un Sergio Ramos, roto y casi inhabilitado para la práctica del fútbol y, en el recuerdo el sapo que se tragó el PSG con el carísimo fichaje del madridista Jesé, un fiasco de cuidado.
