Este año nos han dejado tres grandes mitos del futbol: Amancio Amaro Varela, Luis Suárez Miramontes y Arsenio Iglesias. En esta terna se daban dos coincidencias ya que eran coruñeses (si bien Arsenio había nacido en del vecino municipio de Arteixo) y los tres defendieron los colores del Deportivo durante algunos años de su dilatada carrera profesional. Cuando se retiraron, Luis Suárez y Arsenio se ocuparon el puesto de entrenador del equipo. Muchos han sido los merecidos reconocimientos y homenajes que recibieron estos tres fenómenos criados en Riazor. Muchos son los recuerdos que todavía perviven en la afición más madura del fútbol que de golpe se amontonan en este año donde el Dépor ha cerrado una nueva temporada en tercera división en la que podríamos afirmar sin temor a equívocos como la época más decepcionante de la historia del Club.
 

Coinciden estas fechas con una nostálgica mirada al pasado. La presencia de Lionel Scaloni, entrenador de la selección campeona de la Copa del Mundo, en el césped de Riazor para recibir la insignia de oro y brillantes de RCD lo confirma como un icono vivo del deportivismo.
 

No menos emotiva fue la visita de dos símbolos del mejor Deportivo de la historia. Mauro Silva y Bebeto, los dos brasileños campeones del mundo que imprimieron una dosis inimaginable de calidad para construir el recordado Súper Dépor. 
 

Sirvan estos recuerdos para revivir la grandeza del Club, para poner en su justa medida toda su grandeza y para que los más jóvenes tengan fuentes fiables sobre la brillante historia reciente ‘dos nosos’. Aunque es necesario y justo recordar a los que ya nos dejaron y a quienes hicieron grande al Club, sería un error instalarse en un pasado sentimental y nostálgico donde entretenerse sin poner todo el empeño en diseñar un proyecto fiable para el futuro a corto y medio plazo.
 

Empezar por cuarta temporada consecutiva la competición en la tercera división del fútbol, una categoría no profesional, indica que el Dépor no está bien. Este año se estrena un nuevo proyecto con una estructura organizativa renovada y una plantilla donde se espera que la cantera va a tener - ¡por fin! - una especial relevancia. 
 

Mejorar la comunicación con la afición y promover el compromiso del staff técnico con los colores deberían de ser dos de los ejes primordiales de esta nueva campaña.