El ATP 250 Brisbane 2024, ha sido una magnífica piedra de toque para comprobar las buenas sensaciones de Rafa Nadal y sacar conclusiones, tras un año sin competir a causa de una lesión grave que le obligó a pasar por el quirófano para someterse a la vez a dos intervenciones quirúrgicas en el tendón del psoas izquierdo y una lesión antigua del labrum de la cadera izquierda. Pese a perder en cuartos de final en un partido que tuvo ganado, el balance ha sido positivo, buen nivel de tenis en su vuelta a la competición, pero Nadal necesita ritmo de competición, aumentar la intensidad y coger velocidad de crucero, y para ello tiene que disputar torneos y acumular partidos en sus piernas. 

En su primer partido ante Dominic Thiem, lo sacó adelante sin excesiva presión y desgaste, venció por 7/5 y 6/1. En octavos de final contra Jason Kubler, no necesitó demasiado esfuerzo para imponerse por 6/1 y 6/1. En cuartos de final, se enfrentó al australiano Jordan Thompson, que jugó el partido de su vida, a un grandísimo nivel, le exigió demasiado a un Nadal que está algo lento, falto de ritmo debido a la falta de partidos de competición, si bien su vuelta a las pistas ha superado todas las expectativas. 

Tras vencer en el primer set por 7/5, en un segundo set muy igualado en el que llegaron al tie-break, donde Rafa tuvo una bola de partido que no supo aprovechar, y Thompson acabó forzando el tercer set, en el que Nadal acusó el sobresfuerzo debido a la falta de rodaje y de fondo físico, lo que le supuso una sobrecarga por cansancio en el mismo sitio de la lesión, que precisó asistencia médica. Nadal no supo aprovechar tres bolas de partido de semifinales, y se vio superado en el tercer set ante un Thompson intratable. Venció el australiano por 5/7, 7/6 y 6/3. Pese a la derrota de Rafa en cuartos, balance positivo en Brisbane. 

El Open de Australia (14-28 de enero), hubiese sido la auténtica prueba de fuego para Rafa Nadal, que tiene que dosificar esfuerzos, ya que de momento no está para disputar partidos a cinco sets a pleno rendimiento, necesita un tiempo de rodaje para coger el ritmo de competición, velocidad y fondo físico necesario para afrontar partidos duros y largos ante rivales de mayor entidad, pero su regreso a las pistas ya ha sido un triunfo, démosle tiempo para recuperar su rimo habitual de juego, y todo ello llegará a base de disputar torneos y jugando partidos, con una planificación adecuada para evitar sobrecargas y riesgo de lesiones. Del puesto 672 en el que estaba antes de su regreso a la competición, ascenderá al puesto 451 del ranking mundial.