La irrupción triunfal de Carlos Alcaraz este comienzo de año presagia el nacimiento de un tenista con un potencial incalculable. Sus buenos números en esta temporada (18 victorias, 2 derrotas) hablan de un portento con solo dieciocho años de edad.

Conviene ser prudente con el futuro de Alcaraz. La evolución de los deportistas no siempre sigue una ruta lineal. Algunos explotan prematuramente para diluirse posteriormente mientras que otros necesitan experiencia para consolidarse entre los mejores. Llegar pronto y dominar durante años parece que está reservada a los últimos tres tenores.

La hegemonía del Big Three (Federer, Nadal y Djokovic) sobre el resto de tenistas es abrumadora en los torneos de Grand Slam.

Desde el triunfo de Federer en Wimbledon en 2003 hasta la victoria de Nadal en Australia este año, han acaparado entre los tres 61 títulos de las 73 finales celebradas. Los tres llevan cerca de veinte años dominando el circuito de la ATP.

Estos números explican que ha sido más de una generación de grandísimos tenistas los que han estado a la sombra de este triunvirato.

Durante los últimos años se ha especulado sobre quién o quiénes están llamados a ocupar su lugar en un futuro que se presenta de inmediato. Recordemos que Roger Federer tiene 40 años y una lesión en la rodilla que hace difícil su vuelta a las canchas. Rafa Nadal se acerca a las 36 primaveras y su cuerpo empieza a resentirse de tantas temporadas en la élite. Aunque algo más joven - cumplirá 35 el mes que viene-, Novak Djokovic ha visto como su negativa a vacunarse contra el covid lo apartaba de las pistas. Esta circunstancia unida al cambio de entrenador que le llevó a conquistar los 20 Grand Slam, abren una incógnita sobre su futuro.

En cualquier caso, es el mejor situado para superar a Rafa de su récord de 21 Majors.

Las alternativas a ocupar el lugar del Big Three son muchas. A falta de confirmar el relevo todo apunta a que los Medvedev, Tsitsipas, Zverev, Berrettini y la llamada Next Generation liderada por el propio Alcaraz reinarán los próximos años, aunque dudo mucho que de manera tan absoluta.

Hay que esperar lo mejor de Carlos Alcaraz, evitar comparaciones con Rafa Nadal y darle tiempo para que madure en el circuito. Tiene un tenis completísimo, una variedad de golpes portentosa y apenas lagunas en su juego. Le espera un futuro prometedor.