Nadie quiere anticiparse, ni vender humo, con el tema de las posibilidades de que riazor sea sede del mundial 2030.
No obstante, hay mucha ilusión contenida en la ciudad. Hay varios actores importantes en todo ello. El primero, el Ayuntamiento. Ya hemos visto que se apuesta por grandes competiciones deportivas desde María Pita, así que el primer paso, fundamental, está dado.
El segundo es la financiación. Llamándose el estadio ABANCA Riazor entiendo que la entidad propietaria del Depor tendrá mucho que decir y a buen seguro que estará alineada con las opciones de que Marineda sea sede, de nuevo, de un campeonato del Mundo.
Los dos ‘rivales’ más claros en el norte de España son Gijón y Vigo, pero sus estadios necesitan de más que una obra como Riazor. En el caso del primero habría que hacerlo nuevo. En el del segundo, la cercanía con Portugal parece jugar una mala pasada. Decía mi compañero Juan Pedro Barco, ayer, en esta misma tribuna: “Ojalá suceda”. Yo ya empiezo a confiar.