Se habla mucho estos días en los ambientes futbolísticos del frenético mes de febrero que le espera al Real Madrid, que tendrá que participar en varias competiciones de primera línea y cuyo estado de forma actual no inspira la mayor de las seguridades a sus seguidores como para pensar que pueda repetir los triunfos de la temporada pasada.
Estos primeros meses del año suelen seleccionar a aquellos equipos que van a disputar con garantías la recta final de los torneos. Enero y febrero son la prueba de fuego que deben aguantar las entidades en estas fechas tan engañosas y que pueden descabalgar al más pintado por su irregular rendimiento a la hora de luchar por los títulos. De momento, para el Real Madrid enero no ha sido un buen mes porque el Barcelona le ha tomado una apreciable distancia en la Liga.
Los banquillos también habrán de trabajar y ser utilizados por el gran número de exigentes partidos que afrontan los jugadores. Pero curiosamente, aquellos que deben realizar los máximos esfuerzos son también los que más posibilidades económicas tienen y, por lo tanto, los que pueden abordar con mayores garantías este tipo de obligaciones.
Pero en las últimas décadas los futbolistas que mayor número de partidos han acumulado en sus piernas han sido los pertenecientes a los principales equipos ingleses: Manchester City, Manchester United, Liverpool o Arsenal afrontan desde siempre un gran número de partidos y sus jugadores llegan con facilidad a los sesenta partidos o más durante cada temporada (contando, naturalmente, las apariciones con la selección nacional). Y es de la Premier League de donde menos quejas llegan a la opinión pública.
Otras competiciones como la Bundesliga o la liga portuguesa acumulan un menor número de partidos al ser sus torneos ligueros algo más cortos que los de sus rivales de otros países. Pero esto siempre ha sido así y sólo se saca a la luz pública cuando se le ocurre a alguien, no sabemos si espontáneamente o no.
Lo cierto es que desde ayer ya está en danza una nueva competición en los países árabes. Como sigamos así vamos a tener que desplazarnos a uno cualquiera de ellos para seguir de cerca el rendimiento de determinados clubes, españoles y no españoles. Ahora, con este Mundialito de Clubes (antigua Copa Intercontinental, con distinto formato) está todo preparado para una final entre el Real Madrid y el Flamengo brasileño, con todos alrededor recibiendo dólares o euros, que da lo mismo, y quitándole la verdadera sustancia deportiva a este tipo de torneos.