OPINIÓN | Del lodo crecen las flores más altas
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OPINIÓN | Del lodo crecen las flores más altas

OPINIÓN | Del lodo crecen las flores más altas

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Durante la temporada posterior a la pandemia, previa al doble año santo jacobeo 2021-22, retumbaba en los prolegómenos de cada encuentro en Riazor un anuncio publicitario para promocionar el Camino de Santiago:

 

Y quizá
hayas andado el camino ya
Cuando mires atrás
Si estás atrapado en las sombras
Avanza, avanza

 

“Cómo me recuerda Lodo al You’ll Never Walk Alone, que bonito sería ver a todos los deportivistas cantarlo antes los partidos”, comenté una de aquellas tardes a mis compañeros en las cabinas del estadio. Lástima que la Xunta de Galicia se anticipó, con fenomenal criterio, para convertir la canción de Xoel López en la banda sonora del Camino de Santiago.


Óscar Gilsanz apeló a varias frases en su despedida. Una de ellas pertenece a una de las estrofas de Lodo. “Si estás atrapado en las sombras, aguarda. Del lodo crecen las flores más altas”.


Quizá la palabra ‘lodo’ no sea el título más atractivo para un himno que pretende inspirar, motivar, animar, por más que sea un vocablo estrechamente relacionado con los tiempos recientes para el deportivismo, que transformó en barro la tercera categoría del fútbol nacional. Por ahí habría que darle una vuelta. Porque ni el Deportivo ha pasado enfangado los 118 años de su existencia ni tiene pinta de que vaya a encenagarse en tiempos venideros. Eso sí, a una letra inspiradora, motivadora, positiva, luchadora, alentadora y emocionante como la de Xoel López, ni una coma. “Del lodo crecen las flores más altas”.


Dicho esto, que para gustos colores, bajo mi punto de vista el himno del equipo del que soy seguidor debe ser básicamente eso, una letra inspiradora, motivadora, positiva, luchadora, alentadora y emocionante, sin ninguna necesidad de hablar de jugadores que hicieron historia —siempre estarán los tiquismiquis de turno para decir “¿por qué este sí y por qué este no?”— ni de lo buenos que somos o lo malos que éramos. 


Es complicado que por estos pagos suceda algo parecido a lo que ocurrió en Liverpool. En Anfield, los aficionados escogieron espontáneamente la canción de Gerry and The Pacemakers como su himno, sin ningún tipo de oficialidad, en una época, los años 60, en los que el pop estaba en plena efervescencia en el Reino Unido y, particularmente, en la ciudad del Mersey. El cántico se transmitió de generación en generación, hasta que el club lo acabó haciendo suya con el paso de los años. Sí, es una cultura que aquí no existe, o al menos no orientada al mundo del fútbol y del deporte.

 

Camina cruzando el viento,
camina cruzando la lluvia,
aunque tus sueños sean golpeados
Sigue caminando, sigue caminando
con esperanza en tu corazón,
y nunca caminarás solo
Nunca caminarás solo

 

No parece excesivamente complicado. El You’ll Never Walk Alone deportivista ya está escrito y compuesto. Solamente hace falta cambiarle el título y darle oficialidad.
 

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