Todo el mundo está extrañado por cómo el Barcelona ha solventado en pocas semanas los problemas que planteaba el límite salarial. Tanto en España como en Europa se había colocado en una situación muy complicada y ahora, de repente, nos ha sorprendido con una serie de fichajes que no son cualquier cosa: Lewandowski, Raphinha, Kessie, Christensen, Koundé… Y amenaza con fichar dos laterales de postín.
¿Cuál es el secreto? Pues que los directivos de los clubes siguen haciendo lo que les da la gana con las entidades que dirigen y ponen en graves aprietos a los que les sucederán en el cargo, aunque eso no les importe mucho (¡cuánta similitud con los políticos!). En este caso, Laporta ha vendido el diez por ciento de los derechos televisivos del Barcelona para los próximos 25 años, lo que le ha permitido ingresar por la vía rápida algo más de 200 millones de euros. Y tiene previsto vender otro quince por ciento, más casi la mitad de las acciones de la empresa de merchandising del club azulgrana. Con ello, los fondos volverían a ser positivos y todo quedaría solucionado a corto plazo.
El club catalán tiene un lastre, que ya lo es menos. Varios de sus jugadores no cuentan para Xavi pero no quieren marcharse hasta que acaben sus contratos. Algunos de ellos, como Umtiti, tienen una ficha muy alta que le sería difícil mantener en otro club. Algo parecido, aunque a menor escala, les pasa a Neto, Braithwaite, Riqui Puig o Mingueza. Otros no quieren irse ni a la fuerza, como Frenkie de Jong, que tiene firmadas unas condiciones inmejorables y no quiere renunciar a ellas. El único que podía aliviar un poco la situación es Depay, al que se le prepara una salida aunque no es segura.
Visto desde la distancia y fuera del entorno del equipo barcelonista parece que los equipos ‘grandes’ siempre encuentran soluciones para mantenerse ahí arriba, aunque ello tenga algo de artificial. Pero, claro, mientras sigan siendo los que más ingresos generan a la propia Liga de Fútbol Profesional, pues podrán moverse con más comodidad y desahogo y mirar por encima del hombro al resto.
Por ejemplo, de ahí se deduce –llevando el tema a lo deportivo– que las próximas ediciones de la Supercopa de España las van a jugar el Real Madrid, el Barcelona y dos más, aunque suponga violentar cualquier norma deportiva porque a cualquier reglamento se le puede aplicar una ‘trampa’ coyuntural.
