Tras presenciar cada partido de este Deportivo y miren que intenté ser positivo, se recrudecían las dudas sobre lo que sería su futuro. La inanición por la que se mueven sus parámetros de gestión me llegó a causar enojo.
Decía Laurence J. Peter, que en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia y ponía como ejemplo a la nata: sube hasta cortarse. Con todo el respeto personal, siempre analicé al responsable técnico de la plantilla deportivista sobrepasado en el laberinto que le rodeaba. Intuía que estaba deseando acabar con la “tortura” psicológica que le arrastraba. No le veía salida deportiva y esperaba que desde la cúpula pusieran fin al ciclo. Se marchará para su casa cobrando lo pactado y volverá a canalizar su profesión hacia otros derroteros, donde la exigencia y presión, le permitan mantener su forma de llevar la vida.
Pues a rey “muerto”, rey puesto… Punto final para Borja Jiménez. Desde hace tiempo vengo siguiendo las evoluciones del actual técnico valenciano, Gattuso. Principalmente porque reflejo en él mi visión de lo que debe transmitir un técnico a su entorno. Se podrá estar de acuerdo o no, en cuestiones técnicas y tácticas, pero nadie le podrá reprochar su entrega y pasión: “Deseo tener jugadores con ganas, con fuego dentro, que quieran ganar y aportar por todo, jugadores fracasados con perfil casi perdedor”. “Cada jugador debe saber que cuando viste una camiseta, esta pesa, tiene su pasado, su historia y todo hay que presentarlo”. “El buen entrenador es el que saca lo mejor de sus jugadores”
Es obvio que el Deportivo no va a incorporar a Gennaro Gattuso. Pero es evidente de que esta entidad necesita un revulsivo en muchas parcelas: “Estar tranquilo es estar muerto en el fútbol”. Resulta insoportable que 23.000 fieles seguidores tengan que sufrir injustificablemente esta penuria.
El señor Escotet vio las orejas al lobo, igual que lo hacemos los demás terrícolas y tomó la decisión pertinente. Se devalúa, si cabe más, su activo. Pero todo tiene solución, la clave es dar con la persona sucesora adecuada y eso, sólo lo dirá el tiempo. Mientras, queda volver a las trincheras el próximo domingo para responder ante un difícil rival que nos visita.
Cambio de tercio. Hace unos días la Xunta de Galicia, a través de su pertinente delegación, entregaba más de un ciento de medallas para resaltar la trayectoria de deportistas, directivos y entidades en el ámbito de nuestra comunidad. Mi visión es que fue un acto donde se devaluó la capacidad y el esfuerzo de los escogidos. Eso de actos multitudinarios con café para todos no me parece lo más correcto. Pero la política es así, todo para la foto. Qué necesario es un cambio en la gestión de nuestro deporte. Como siempre, un placer.