Los navíos de la actual edición de la The Tall Ships Races que arribaron el pasado miércoles al puerto de A Coruña desplegaron ayer las velas para poner sus proas rumbo a Lisboa, próximo destino de la regata que concluirá en septiembre en Cádiz.
Han sido cuatro días de celebraciones muy enriquecedoras para todos gracias al mestizaje cultural entre los participantes y los ciudadanos de la capital herculina, dando muestra una vez más de la camaradería y cercanía que le caracterizan. A ello contribuyeron también las variadas actividades promovidas desde el ayuntamiento, facilitando que esta cohesión haya sido todavía más profunda al reforzar el vínculo existente entre esta iniciativa deportiva y la urbe gallega.
La despedida de los barcos desde Punta Herminia perdurará en la memoria de todos –organizadores, tripulaciones y anfitriones– hasta que la prueba regrese por estos lares, algo que será más pronto que tarde. Entonces, como siempre ha sido, A Coruña volverá a ser parte activa de un evento que pese a sus cerca de setenta años de existencia se muestra más joven que nunca.