El partido contra el Lugo va a congregar a miles de deportivistas en Riazor. Es tal la ilusión que, a golpe de miércoles, casi no quedan localidades disponibles en el santuario blanquiazul.
Es muy posible que se roce el lleno y que incluso se supere el aforo que se dio cita en el estadio para el partido contra el filial del Celta.
Los números del municipal herculino son tremendos. Ver el campo, jornada a jornada, realmente emociona. Pone los pelos de punta y demuestra que el deportivismo es único.
Recuerdo un partido, en la última temporada de Lotina –que acabó con descenso– en el que el Depor no llegaba a los 12.000 aficionados en las gradas jugando contra un buen equipo de Primera. Ese día varios compañeros de los medios comentamos que la cosa no pintaba bien y que íbamos claramente ‘hacia abajo’.
Desde ese descenso el club empezó a perder potencial hasta llegar al día de hoy. Sin embargo en este 2024, dos categorías por debajo de aquel 2011, van el doble de aficionados a Riazor. Es evidente que el camino es otro. Ahora es ‘hacia arriba’.