Por lo escrito hasta ahora en mis ‘epístolas’ con ustedes, no pretendo convertirme en referencia a la hora de abordar la ilusionante trayectoria hacia la ACB del Leyma Coruña. Tal vez, la deformidad en la pasión por este deporte me propició tal situación.
Tuve la fortuna de vivir largos caminos en el mundo de la canasta, lo que me permite calibrar la hazaña que está viviendo la ‘familia naranja’. No me cabe la menor duda que la llegada a la ciudad de la ACB propiciará un nuevo cauce de jerarquía. Las vivencias recopiladas en cada partido, permitirán a todos aquellos aficionados que acudan al Coliseum, crear su propio estatus social en torno al baloncesto. La primera toma de contacto fue solo la antesala de lo que está por generarse.
Aunque los que dirigen imagino lo deben tener claro, esta espectacular victoria ante el cuadro merengue no significa que el equipo ya esté salvado. Queda mucho. Pasarán muchas cosas, buenas y menos buenas. Y para afrontar las dificultades se deberá buscar unidad de grupo, estar siempre un paso por encima de las circunstancias.
Permítanme una licencia particular hacia un buen tipo, Charlie Uzal. El actual responsable de la parte deportiva, que tras muchos años currándoselo por fin le llegó la hora de tocar el cielo.
Cambio de tercio. La singular inauguración de la ACB en la ciudad, le quitó cierto protagonismo a la excepcional victoria deportivista en tierras manchegas. Buena falta hacía para ir erradicando malos pensamientos. A pesar del golpe recibido a las primeras de cambio, el equipo supo aprovecharse de la mala lectura defensiva del rival y lo crucificó sin piedad. Los estiletes de los que se dispone, son armas muy difíciles de controlar y como los dejes hacer, te hacen un traje.
La próxima jornada frente al Málaga vaya horario toca afrontar. Puede significar colocarse en una situación de cierta tranquilidad en la tabla clasificatoria.
Punto con polémica. Con gran sorpresa e indignación observé los acontecimientos vividos en el Metropolitano. Unos incidentes que nos recordaron las peores épocas vividas en cuanto a incidentes en los campos de fútbol. Encapuchados con simbologías nazis saltaron hasta el terreno de juego sin que se interviniese de forma adecuada. Es más, el sindicado mayoritario de la policía denunció que el equipo locatario impidió su actuación.
Paralelamente, quisiera dejar constancia de las prebendas que se le otorgan al técnico local, Simeone, campando a sus anchas por el rectángulo de juego, llegando a entrar en el propio césped sin que nada ocurriese. Pero lo más llamativo fue cuando, en rueda de prensa, equiparó a los que alteraban el orden público en el estadio, con el que situaban de diana sus agresiones. Realmente muy lamentable.
Punto muy aparte. Les toco, de pasada, el proceso federativo para elegir nuevo presidente del fútbol español. Sin adentrarme en el tema, significar que, ante la incompetencia reinante en el Ente, se recurre a FIFA y UEFA para poder reunirse con el Gobierno español en torno a una mesa y ver si logra un consenso. La incompetencia alcanza tales niveles que todo puede pasar. Leía estos días que hasta Rubiales podría tener opciones de regresar. Sería la repanocha.
Finalizo. Que el ‘nuevo’ campo de Eirís, no tenga una miserable grada cubierta, para que los familiares y seguidores que van a presenciar los partidos se puedan cobijar de la lluvia, es el reflejo de que quien gestiona le importa un bledo la vida de sus conciudadanos. Como siempre un placer.