Por encima de otros apartados y valoraciones del comunicado para tranquilizar al deportivismo me quedo con uno. El club, como publicó este diario hace unas semanas, no se vende. El máximo accionista quiere llevarlo a donde se merece por su afición y el recorrido, de la mano, se presenta con un largo futuro.
Para mí es lo más importante. Puedes estar de acuerdo o no con distintas decisiones, pero lo que es evidente es que, sin el músculo financiero que hay detrás, el Deportivo podría, simplemente, haber desaparecido.
Este mensaje es una garantía. La afición, un aval. Allá por el mes de septiembre volveremos a llenar Riazor. Volveremos a vernos en el camino a nuestro estadio, el camino más bonito del mundo, que dice Gandy en el himno del Centenario. Volveremos a sufrir y a reír, y a hacer la ola. Invadiremos Lugo, O Carballiño, Ponferrada y nos iremos de parranda con nuestros amigos de Unionistas.
Es lo más importante, el deportivismo volverá a estar junto y unido. Ya cuento los días.