Ha pasado casi una semana desde el desastre deportivo de Riazor, que representó un tremendo bajón de ánimo para los aficionados coruñeses y una doliente estocada a la ciudad en general. El ambiente final del partido nos recordó aquella derrota de principios de los años ochenta, frente al Rayo Vallecano (1-2, también), cuando aquel gol de Ballesta no sirvió para alcanzar ni la victoria ni el empate, que por entonces también valían para subir a Primera División. Lo único positivo es que, en esta ocasión, el ambiente era más juvenil, lo que augura un buen futuro en ese sentido.

Pese a las fechas transcurridas no se han aclarado determinadas circunstancias que convendría dejar despejadas de forma inmediata. Lo primero, que los dueños del club aclaren públicamente la continuidad de la entidad. Todavía no se ha alzado una voz lo suficientemente fuerte y autorizada como para garantizar unas mínimas garantías de futuro. Todos suponemos que no habrá obstáculos que garanticen la vida del Deportivo, pero esa duda habría que despejarla firmemente cuanto antes.

Si suponemos que la entidad blanquiazul prosigue su camino y va a intentar el ascenso la próxima temporada –otra cosa sería impensable-, la polémica acerca de la continuidad del entrenador sería menor. No diré desde estas líneas que el entrenador es el culpable del fracaso porque no vi el suficiente número de partidos como para formar una opinión sobre los méritos o deméritos de técnico y jugadores. Lo cierto es que si sigues en la pelea hay que formar una plantilla con mayores garantías que la actual, con un jefe deportivo de autoridad al frente.

Por lo tanto, si se confirma la supervivencia de la entidad sólo se puede mirar al frente. El pasado, pasado está (“lo pasado, pisado”, dicen los argentinos) y no queda otra que encarar el porvenir con ganas y optimismo porque es la mejor manera de ser fuerte en el futuro. Suena a palabras huecas, pero es así.

Finalmente, no podemos dejar de resaltar el esfuerzo de un medio de comunicación audiovisual gallego, que hizo todo lo que pudo para ofrecer las mejores imágenes de los partidos del Deportivo y televisar los dos del playoff de Riazor. Al final no lo logró. En cambio, el Canal Castilla La Mancha Media TV sí pudo hacerlo, pero esas cosas ocurren. A ver si el año que viene los telespectadores tenemos más suerte que esta temporada ya finalizada.