El dinero siempre ha sido un factor determinante en la vida del hombre. Con mayor o menor ansia todos deseamos tener lo suficiente para vivir con holgura y desahogadamente, en la medida que nos hace menos dependientes de otros. Eso pasa en cualquier faceta de la vida y también en el fútbol. Y se demuestra día a día en el comportamiento de todos los sectores involucrados en el mundillo del balompié.
El inefable Tebas ha anunciado que la Liga Santander se acaba al finalizar la temporada que está a punto de comenzar y que la marca EA Sports será la nueva patrocinadora hasta la temporada 2027-28. La LFP ha aumentado sus ingresos notablemente los últimos años pero sus dirigentes consideran que las cantidades embolsadas no son suficientes para sus iniciativas. En todos estos movimientos, el espejo de la asociación de clubes española es la Premier League, que es la mayor generadora de ingresos, con mucha diferencia sobre el resto. Pero está a años luz de diferencia de la competición nacional.
La caída de atractivo de nuestra Liga los últimos años –motivada, entre otras cosas, por las salidas de Cristiano Ronaldo y, sobre todo, de Leo Messi- tenía que tener un remedio, y ahora parece que el citado Javier Tebas se ha brujuleado en el mercado internacional para conseguir treinta millones de euros de la citada EA Sports, a cambio de los diecisiete que aportaba el Banco de Santander.
Los contactos venían de atrás ya que parece que esta conocida empresa de videojuegos ya tiene planes para penetrar en el tejido futbolístico nacional y obtener réditos suficientes para su inicial inversión.
Desde luego, cuando una empresa de este calibre arriesga ese dinero en un objetivo es que tiene visos de cumplirlo. Habrá analizado la capacidad de penetración que tiene el fútbol en nuestra sociedad y el aire nuevo que se ha introducido en ella, de la mano de unos jóvenes que vienen a ser los encargados de llenar las arcas de este tipo de empresas al mismo tiempo que mantienen viva la llama futbolística.
La Liga va a lavarse la cara, va a exhibir una imagen totalmente diferente a la que ofrecía hasta ahora y, de la mano de tecnología digital de primera magnitud, pondrá de moda términos como ‘naming’, ‘branding’ y otros que a los viejos aficionados no nos dicen mucho pero que a los jóvenes hinchas les hacen participar de la nueva modernidad en la que sigue entrando el mundo del fútbol.
