Los últimos meses ha habido una auténtica avalancha de futbolistas europeos con destino a equipos árabes. La mayoría son jugadores que se encuentran ya en la recta final de sus carreras deportivas, entre los cuales están figuras tan conocidas como Cristiano Ronaldo o Benzema, que han sobrepasado con holgura los 35 años. Sin olvidar al brasileño Neymar, que también ha aterrizado por aquellos lares. Este fútbol y estos contratos les hacen tener una ‘jubilación’ dorada, con menor desgaste.
Pero también se ha experimentado un cambio de tendencia en los fichajes de estos países. Han echado las redes para pescar jugadores algo más jóvenes, gente que todavía tenía algo que decir en el fútbol pero que se ha decantado por jugar una competición menor porque le garantiza un más que tranquilizador futuro económico.
El último ejemplo es el de Gabri Veiga, que se marchó para allá con tan sólo 21 años. ¿Serán suficientes estos jóvenes para que el fútbol árabe llegue a igualar al fútbol europeo? Es la aspiración que tienen estos jeques que dirigen las operaciones ante las dudas del otro fútbol, hoy por hoy superior.
Desde luego, el gran fracaso de Qatar, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos –por citar varios de esos países- ha sido no poder fichar a Leo Messi. Hubiera sido un gran reafirmación de este nuevo fútbol, pero el argentino y su entorno no lo consideraron lo suficientemente atractivo y prefirieron incorporarse al Inter de Miami, del fútbol norteamericano, donde está bien acompañado por sus amigos del Barcelona Sergio Busquets y Jordi Alba.
Pero los árabes no descansan. Dinero les sobra y eso les garantiza satisfacer casi todas sus aspiraciones. Ahora, según hablan los rumores, tienen los ojos puestos en jugadores como Salah, del Liverpool, o Modric y Kroos, del Real Madrid, también veteranos pero que aún están en condiciones de rendir a satisfacción algún año más.
Objetivamente, no parece que a corto ni a medio plazo el fútbol árabe pueda hacerle sombra al fútbol de primera línea, sea el europeo o el sudamericano. Pero también es lógico que quieran potenciar sus competiciones llevándose jugadores que harán que estén en la vanguardia informativa en todo el orbe. Y como tienen sus armas, pues las utilizan de la forma que creen más conveniente.
Sin embargo, parece que la adquisición de clubes de manera directa es una mejor forma de aparecer en la élite mundial por la vía rápida. Y ese camino también lo están utilizando.
