Reiteradamente les reflejo en mis contactos la fragilidad por donde se desenvuelven muchos de nuestros dirigentes deportivos. Por supuesto, siempre hay destacadas excepciones.
Pero centrándome en lo que nos toca directamente, el mundo del fútbol nacional vive en permanente alteración. Si no es por H, es por B, pero siempre hay algo que impide mantener una percepción de continuidad, de estabilidad.
La Federación Española dio un giro a sus competiciones. Borró de un plumazo la 2ª División “B” y generó dos nuevas, semiprofesionales, con la idea de que sirvieran para ir preparando a los clubs por si tuvieran que dar el salto a la LFP. 1ª y 2ª Federación con propuestas estrictas de funcionamiento.
Pasa el tiempo y el “pollo” va desplumándose sin atisbo de generar ninguna buena sintonía de futuro. Si lo del año pasado, con el Extremadura, sembró un triste episodio, ahora con el caso DUX la sensación es de descontrol total. Todo parece indicar que el equipo madrileño no se presentará a la cita de Riazor y que quedará una plaza vacante para lo que resta de temporada.
La propia Federación a principios del verano dejo caer la posibilidad de recuperar la anterior categoría, un globo sonda para ver cómo se interpretaba por el colectivo y ante la inseguridad que estaba saltando a la luz. Da la sensación de que estos gestores tienen enormes lagunas, su desconocimiento de la idiosincrasia de los participantes es altamente alarmante.
Ya no hablemos del segundo nivel, todo un pozo muy difícil de asimilar. Los clubs tratan de escaparse de la quema lo antes posible, pero vuelven a las andadas de tiempos pasados, gastándose más de lo que se puede y si fracasan en el intento, todo se vuelve negro y dejan a las entidades al borde de la desaparición.
A todo esto se nos vendió una estrategia televisiva que está claro que no funciona. Solamente Deportivo y Córdoba pueden sostener el entramado. Mi experiencia de conexión ha sido lamentable. De auténtico timo de la estampita.
¿Tan difícil será sentar en una mesa a todos los implicados y vivir la realidad, moviendo las fichas necesarias para que todos puedan salir ganando?
Finalizo con dos apuntes. El primero pasa por los despachos, sigo sorprendiéndome del apoyo incondicional del deportivismo, que a estas alturas más de 16000 aficionados retiraran su carnet de abonado me deja desarbolado. Nunca mejor dicho: “Una auténtica hemorragia de satisfacción”. El segundo apunte se centra en la vivencia del entramado sobre Lucas Pérez, imagino que cuando se tiró el globo sonda, tenían el tema encauzado. Disparar por disparar solo puede traer desilusión y un problema para el sustituto.
Como siempre un placer.