Lo ha vuelto a hacer. Carlos Arévalo se proclamó campeón del mundo en K1 200, solo 24 horas después de haberlo conseguido en el K4 500... Y un año después de colgarse la plata olímpica, también con el cuarteto, en Tokio.
El de Betanzos sigue su progresión. Queda todavía mucho para los Juegos de París, pero su trayectoria de los últimos años invita al optimismo. Estos dos oros mundiales no harán más que darle todavía más motivos para mejorar. Si no ocurre nada extraño, sin duda estará en la nómina de candidatos al podio en la capital francesa.
Como deportista es un fuera de serie. Pero me gustaría volver a destacar su calidad humana. Sin esos valores, sin esa capacidad de sacrificio, sin esa humildad, jamás habría alcanzado la cima. Por muchas horas o entrenamientos que le dediques.
Ha sido el hombre del fin de semana y posiblemente lo sea del mes. Enhorabuena, Don Carlos Arévalo, y gracias por estas alegrías que nos estás dando.
