Siempre idealicé con que el verdadero corazón de una entidad estaba representado en el nivel de pasión que generaban sus propios aficionados. Esta semana, tuve la oportunidad de acercarme, con motivo de visitar sus nuevas instalaciones, al núcleo de la Federación de Peñas Deportivistas y pude comprobar la fortaleza que tiene el RC Deportivo en sus cimientos.
Me trasladaba su actual presidente, Luis Alberto Martínez, que la representación giraba en el entorno a los 8.000 afiliados. Un segundo escalón numérico en la ciudad, tras su ‘progenitor’, el propio Deportivo con cerca de 26.000.
Tras muchos años ‘mendigando’ un local propio, donde desarrollar sus actividades esenciales en el arropamiento blanquiazul, la actual alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, tuvo la visión necesaria de aportar su grano de arena, cediéndoles un magnifico espacio situado en pleno Riazor. Entiendo que este ‘castillo’ facilitará un potente engranaje a la junta directiva federativa y poder así, iniciar un recorrido mucho más profundo en el trabajo sobre nuevos planteamientos.
No es nada fácil mantenerse en este tipo de gestión, con una gran diversidad de opiniones y sentimientos, muchas veces encontrados y por ello, es necesario, públicamente, exteriorizar el loable trabajo en post de unos colores. Me sorprende que los distintos Consejos de Administración que fueron pasando en el tiempo, no aportaran mucha más sensibilidad con estos valientes. Nunca fueron correspondidos adecuadamente.
Se dice que la afición blanquiazul rompe cualquier esquema previsto. Lo que está sucediendo en las últimas fechas, resulta realmente emocionante en lo pasional. Reclamo al Sr. Couceiro y compañía más entrega en su escaso discurso y actuación. No todo puede recaer en el lado de los aficionados y seguidores. El barco, anímicamente, se viene sosteniendo, únicamente, con los resortes de sus aficionados, representados, como colectivo, a través de la Federación de Peñas. Ellos son auténticos deportivistas.
Punto y seguido. Me adentro en el quehacer de los chicos de Cano sobre el terreno de juego. Prometí no trasladar pensamientos negativos sobre lo que veía en el terreno de juego. Quedan nueve jornadas para que todo esto termine y ya no queda tiempo para probaturas ni cortes traumáticos. Toda la carne ya se encuentra en el asador. Pero permítanme la libertad de lanzarle al técnico una petición de un grupo de seguidores, al que pertenezco y que cada fin de semana, que toque, visitan Riazor para apoyar al Deportivo: “Haz que tus chicos le pongan mucho más énfasis a todo el desarrollo”. Resumido en tres palabras: “Que corran más”. Millares de seguidores se darán un garbeo, este próximo fin de semana, por tierras salmantinas para respaldar una nueva incursión en campo contrario. Esperemos que esta vez los cables conduzcan la energía necesaria para alzarse con la victoria. ¡Porfa!, más decepciones no.
Como siempre un placer.