Todos los domingos se concentran varios ucranianos en maría pita. Están refugiados en A Coruña y tratan no solo de manifestarse ante lo que sucede en su país, sino de agradecer a la ciudad su acogida y de enseñar parte de sus costumbres a los coruñeses que quieran acercarse a pasar un rato con ellos.
El pasado domingo coincidía su manifestación con el desarrollo de la XXVII Carrera Alternativa. De manera espontánea y sin pensar mucho, las dos organizaciones, los Amigos de Ucrania y Asociadión de Xestores Deportivos, se pusieron de acuerdo. Por un momento paró el zumba en el escenario, esperó el break-dance y los protagonistas fueron las mujeres y hombres que han huido de la guerra. Lo mismo pasó hace unos días en Coruña 10. Todo fue de la misma manera, natural.
El deporte es espontáneo, máxime cuando es para todos, y evidentemente, es inclusivo. Entre lágrimas por el dolor, que las hubo, y sonrisas por la camaradería, que no faltaron, pasó la mañana en un domingo en el que el deporte también fue, una vez más, reivindicación.