Cuando un presidente sale a la palestra apoyando al cuerpo técnico del equipo, malo. Suele ser como una advertencia al titular del banquillo. El típico “como la gente presione mucho” algo habrá que poner sobre la bandeja.
En A Coruña tuvimos una época en la que se cambiaban entrenadores al gusto del consumidor. Claro que es verdad que había mucho forofo suelto sentado en algún consejo y que se hacía eco del ruido de las redes sociales. Así llegamos a contar hasta tres entrenadores en una misma temporada. Una locura.
Borja Jiménez está en el centro de todas las críticas, lógico. Desconozco si los jugadores le están haciendo la cama, como se dice vulgarmente. Lo que sí sé es que no es normal que a pocos minutos de empezar el duelo te metan un gol y en el inicio de la segunda parte encajes otro. Concentración, lo que es concentración, no hubo. Los adversarios con poco hacen mucho daño y hay que reconocer que el Deportivo no se muestra como un equipo ambicioso. ¿Acabaremos aceptando el playoff como un logro?