Desde la llegada en mayo de 2018 de Luis Rubiales a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol dicho organismo ha sufrido numerosos cambios, los cuales han recibido bastantes críticas, tanto positivas como negativas. Una de estas innovaciones afectó a las competiciones que organiza, la Supercopa y la Copa, que ha servido para que ambos galardones tengan mayor atractivo para los aficionados al deporte rey.
Pese a lo (mucho) hecho, algunos demandan reformas más profundas en la Copa y solicitan que “el sorteo sea sin ningún tipo de condicionante”, que “la eliminatoria de semifinales sea a partido único” y que “el campeón obtenga plaza para jugar la Liga de Campeones”. Otros afirman que “lo ideal sería un torneo como el que se celebra en Francia, en el que participan la totalidad de los clubes amateur y profesionales del país”.
Soy consciente de que en los próximos años Luis Rubiales no volverá a modificar el torneo del KO, pero algo que también tengo claro es que cualquier club federado, milite en la categoría que sea, debería poder disputar la Copa.
