El pasado domingo tampoco tocó que los aficionados deportivistas saliesen del estadio de Riazor llenos de satisfacción, cargados de optimismo. Está claro que los ‘dioses’ entienden que se debe pasar más tiempo en el ‘purgatorio’, sufriendo la peor de las aventuras sobrenaturales. 
 

Pero viendo el lado positivo del choque ante el Teruel, todas las adversidades tienen su punto y final y, por lo tanto, queda una semana menos para que sea así. Es obvio que este Depor, si pretende liderar la categoría, no puede ir regalando puntos a sus rivales, muy inferiores, de forma continuada. Esta sangría tiene que tener un punto y final de forma inmediata.
 

Al equipo, como dije tras el paso por Lugo, lo veo con hechuras, sobre todo de mitad de campo hacia atrás, con gente experta y veterana que sabe lo que es jugarse cada balón. Otra cuestión es de la mitad hacia adelante. La ausencia de Yeremay y la ‘tontería’ de Lucas se dejaron sentir acusadamente. 

Sorprende decir esto, cuando la temporada pasada, el canario, ni contaba para la mayoría de los técnicos, menos con De la Barrera. Obligado destacar la labor del canterano Mella, haciendo que sus ‘diabluras’ derritan al graderío, pero por su edad no es el momento de exigirle un protagonismo milagroso.
 

Quisiera destacar una cuestión por la que vengo reivindicando. La parsimonia que utiliza el equipo en las transiciones. La ralentización que permite al equipo rival recuperar fácilmente las posiciones. Esto me suena a cuando Gila nos decía: “¿Es el enemigo?, era para decirles que voy a atacar, para que se preparen”. 
 

Fue la tercera jornada del campeonato y aún queda mucho camino para la progresión. Soy positivo, ya que soy de los que piensan que un equipo se comienza a construir desde la defensa.
 

Cambio de tercio. Fui fiel seguidor de la trayectoria del Campeonato del Mundo de baloncesto. El 

resultado final lo calificaría de sorpresón. La victoria germana, no dudo de sus méritos a lo largo del campeonato, demuestra una media competitiva de bajo alcance. Más me duele por España, simplemente con algún retoque podría estar en la cima.
 

Un base de calidad y un pívot solvente bastarían para generar aspiraciones más contundentes. Fueron demasiadas facilidades. Esperemos que se haya aprendido la lección y se presente para la cita preolímpica un equipo con una proyección diferente y con savia nueva.
 

Finalizo. A Rey muerto, Rey puesto. El personaje Rubiales queda fuera del ‘circo’ y por lo tanto se inicia el proceso sucesorio. Empiezan a salir nombres con distintos intereses ocultos. 
 

Pero tal y como está montado el tinglado, entiendo que todo está muy controlado aunque se quiera dar la sensación de que todos tendrán las mismas posibilidades. Al presidente lo nombrarán los responsables de las territoriales y con el visto bueno del Gobierno. Ni más ni menos. 
 

Tiemblo pensar que ahora Tebas tenga el camino liso y llano para campar a sus anchas. Apoyo incondicional de los miembros de su colectivo, menos el Real Madrid, a lo que se le añadiría la cúpula política (algún día se sabrá el porqué). Lo vimos en el caso Fuenlabrada. Hoy en día representa al dios absoluto del fútbol español.
 

Como siempre un placer.