Esta semana la familia de Arsenio Iglesias sacaba a la luz una carta de agradecimiento por todos los sentimientos que, el deportivismo y el mundo del deporte en general, le tributó en su despedida. La explosión de cariño hacia el hombre que rompió todas las barreras icónicas que limitaban la trayectoria blanquiazul en el tiempo, resultó realmente emocionante y conmovedora.
Me gustaría recuperar algunos relatos expuestos en el texto que dejaban pegada… “A súa felicidade máxima era estar cos seus”. “Sempre auténtico, para ben e para mal”. “A súa timidez facíalle sentirse incómodo nos moitos actos institucionais: “Non fixen nada para merecer tanto”, repetía. “Sempre lembraremos a saída do féretro de Riazor, envolvido na bandeira dos nenos descamisados”. “Que orgullo de pai, que orgullo de afección”. “Todos xuntos, como un equipo, como o gran Club que somos, tal e como acabamos de demostrar”.
Lo vivido en la despedida del bien querido Don Arsenio debe representar una prueba más de que el esfuerzo y la dedicación, siempre merecen ser reconocidos por cualquier estamento de la sociedad.
Cambio de tercio. Qué bonito resultaría poder dedicar al icónico técnico el tan ansiado ascenso al fútbol profesional, de donde nunca se debió de salir. La situación no se presenta de lo más propicia. Cada partido, sea dentro o fuera del domicilio, es todo un canto a la insolvencia. Una y otra vez se vuelve a caer en la misma piedra. Hacía mucho tiempo que los aficionados de Riazor no se expresaban de forma tan contundente. Nadie, desde dentro, logra transmitir el más mínimo ápice de ilusión para poder agarrarse a este clavo ardiendo existente. Todo tiene que generarlo el propio aficionado dentro de sus posibilidades.
Queda muy poquito, es difícil ahora encontrar la varita mágica, pero lo vengo repitiendo desde hace mucho tiempo, cuando hay dudas lo mejor es un giro radical. La situación de Cano en el banquillo no es propicia para poder cambiar el rumbo, un discurso quemado por las vivencias adversas. A mayores, lamentablemente, es que el silencio institucional discurre por todos los caminos que llevan a Riazor. Lo que sí está claro, es que la afición no cejará en su intención de alcanzar el éxito final. Las veintisiete mil almas el pasado sábado así lo atestiguan. La verdadera fortaleza del RC Deportivo.
Punto y aparte. Sorprendente actuación federativa. Sin previo aviso a navegantes, el ‘amigo’ Rubiales se saca de la manga una modificación estructural de la tercera división. Con la competición acabada, por decreto, se anuncia que para la próxima campaña las ligas de la Tercera Federación serán de 18 equipos. Algunos que ya estaban descendidos se ven con la opción de permanecer y otros tantos reclamar sus derechos. Lo de siempre… en qué manos estamos. La improvisación al poder.
Finalizo. Comienzo a perderme con esto de los premios en el mundo del deporte. Es tal el actual batiburrillo, que me pierdo en los méritos contraídos por los elegidos. Estos días tocó el turno a los Laureus, concedidos por la Academia Laureus World Sports. Se dicen que los ‘Premios Oscar’ del deporte. Este año le toco la fortuna, bien merecida, al tenista revelación, Carlos Alcaraz. Pues nada, la enhorabuena para este españolito de a pie.
Como siempre un placer.