El sábado se celebra una nueva edición de la San Silvestre coruñesa. Se trata de una carrera especial, con ese carácter festivo que solo se da cuando termina un año y comienza otro. Una competición, sí, pero en la que pasar un buen rato es más importante que hacer una buena marca.
¿Y qué mejor manera de despedir el 2022 que haciendo ejercicio? Cierto es que muchas veces no ha hecho buen tiempo. Pero en Galicia es algo te puede pasar también en verano. Por eso los participantes son valientes, tanto por aguantar una meteorología adversa como por enfundarse disfraces que, en la mayoría de los casos, no son la vestimenta más apropiada a la hora de afrontar esta clase de retos.
Pero de ahí que la San Silvestre sea una carrera especial. Y diferente. El 31 de diciembre está lleno de buenos deseos para el nuevo año, de fiesta y de reuniones. Y esta cita también. No es la prueba más importante del calendario atlético local. Pero sí es la que más disfrutan los que corren y los que la presencian. Su éxito está garantizado porque siempre te saca una sonrisa.