El RC Deportivo saltaba al estadio Reina Sofía de Salamanca con dos cambios respecto al último once, con la entrada de Berto Cayarga y de Iván Barbero.
Sin Lucas ni Yeremay el ataque blanquiazul se antojaba un tanto mermado; más si cabe lo estuvo a partir del primer cuarto de hora de la contienda, cuando Iván Barbero sufría una lesión en su rodilla izquierda y se vio obligado a pedir el cambio en el ecuador del primer lance.
El partido estaba presidido por el empuje sin control de ambos contendientes; el Deportivo caía de manera continua en errores en la distribución en la medular, contagiándose de un Unionistas con más corazón que calidad.
El árbitro consintió numerosas patadas y varias acciones durísimas de los locales, rayando en varias agresiones que no merecieron el castigo que deberían.
Muy pocas ocasiones claras las generadas por el club herculino en el primer acto, sin profundidad; como único disparo a puerta Mella lo intentó sin demasiada convicción desde fuera del área.
En la segunda parte, el partido empezó de la peor manera posible, con un error grave de Parreño que le costó el 1-0 en contra en el minuto 47.
El tanto en contra espoleó a un Depor al que los cambios le sentaron muy bien, con centro de Paris y remate de Pablo Valcarce a gol en el 62’. Con el 1-1 en el marcador, la entrada de Pablo Muñoz y Ochoa intentó dotar al bloque de frescura pero ni siquiera con el rival en inferioridad hubo opciones nítidas de ganar.
