Cuando observé las imágenes no salía de mi asombro. Al actual consejero deportivo del PSG y en larga distancia, del R.C. Celta de Vigo, se le cruzó el “cable” en el transcurso del partido que su equipo jugaba, en su propio domicilio, ante el Lille y cuando veía peligrar su jerarquía ante los resultados adversos que cuestionaban su gestión.
Luis Campos, bajó al terreno de juego para exigir, en pleno partido, una mayor actitud a sus jugadores y transmitirles instrucciones técnicas. Incluso le dio tiempo a protestar airadamente al colegiado por un penalti señalado en contra y “comerse” al cuarto árbitro a voz en grito.
No acabó ahí el espectáculo, al final el equipo parisino, en el último suspiro, le daba la vuelta al marcador gracias a un tanto de Messi desde el punto de penalti. En ese momento Campos, fuera de sí, se encargó de regocijarse del momento de euforia en la cara del señalado árbitro auxiliar.
¿Cuál fue la reacción del organigrama sancionador ante semejante deterioro de las normas establecidas?... Pues ninguna. Acabó el choque y cada uno se fue para casa como si no hubiese pasado nada. Días después, el PSG sacaba una nota donde reflejaba que el posicionamiento de Campos era debido a su implicación con el Club. Vamos toda una loa a la desfachatez organizativa. Pobre entrenador. Claramente quedó expuesto su papel en todo esto. ¿Se imaginan que un día de estos sucediese lo mismo en el propio Balaidos?. Qué nos trasladaría el “dios” Tebas ante tamaña actuación. Entiendo que sería conceptuado como un hecho inadmisible y con gran repercusión mediática.
Muchas veces y con razón, nos flagelamos por lo que sucede en nuestros capítulos diarios del deporte, asumiéndolos como de vergüenza ajena. Pues ya ven, nuestro vecino portugués monta la “fiesta” en pleno Parque de los Príncipes. La suerte que tenemos es que Campos debe estar muy atareado con los Neymar, Messi y compañía y no suele aterrizar por la ciudad olívica. Mouriño, Caballero y el propio asesor podrían montar un auténtico show planetario que se vería hasta en New York.
Cambio de tercio. No hace mucho les trasladaba que para afrontar la situación en la que se mueve este Depor, sólo queda arrimar el hombro y unificar fuerzas para afrontar lo que queda de campeonato. A pesar de que el equipo sigue mostrando una línea con poca transmisión emocional, los números avalan una perspectiva ciertamente esperanzadora. El Depor depende de sí mismo para alcanzar la primera plaza al final del campeonato. Quién nos lo hubiera dicho no hace mucho tiempo. Hay que seguir en la lucha y pensar que ya queda menos para el éxito final.
Finalizo con el caso Barcelona-Negreira. Tras la comparecencia ayer del presidente del Barcelona, Joan Laporta, ¡por fin!, ya sabemos de quién es toda la culpa: de la prensa y del presidente de la LFP, mi “héroe” Javier Tebas. Él, parece ser, fue el que manipuló toda la información.
Ahora ya sin ironía, aporto un consejo: cuando no le interese que una información siga su curso de forma directa, utilice sus recursos para generar otra polémica paralela y así el ambiente se enrarece más y todo queda más compensado. La comparecencia del máximo mandatario blaugrana rozó el esperpento. Solo habló de lo que le convenía. Vivir para escuchar.
PD. Jugar un partido en el campo 3 de A Torre es como un castigo. Para los padres y aficionados, porque no tienen donde guarecerse y para los jugadores, porque lo hacen a media luz. Es obvio que el Concello está en perfecta sintonía con el ahorro energético y eso que el cambio al LED iba a suponer un recurso importante. Viven en otra dimensión.
Como siempre un placer.
