Parece que ha entrado el nuevo año con una cierta tranquilidad futbolística. El sistema de videoarbitraje conocido popularmente como VAR no ha causado todavía ningún estropicio y parece que el tono navideño va a continuar algunos días más.
La marcha del madrileño Velasco Carballo, que últimamente estaba en el punto de mira de casi todos, ha venido también a calmar las aguas a la espera de cómo resultan los primeros pasos de la gestión de Medina Cantalejo, su sustituto en el cargo.
A su marcha, Velasco Carballo dejó algunas declaraciones marca de la casa, como venía siendo habitual. “El VAR es arbitraje –dijo- pero el arbitraje no es el VAR” y también nos despejó unas cuantas dudas: “El VAR no es perfecto”. Lo que sí es cierto es que el exárbitro ha aprovechado muy bien su paso entre los colegiados para labrarse un futuro envidiable: se va a “desarrollar proyectos europeos del arbitraje, al amparo de la UEFA”, según sus propias declaraciones, es decir, otro miembro más a la nómina del organismo continental.
Lo cierto es que Velasco siempre ha defendido a los árbitros españoles, de los que ha dicho que en la actualidad conforman la mejor generación de la historia en el fútbol nacional.
Y también se acordó de sus actuales jefes: “Desde la Eurocopa, con el VAR, los árbitros españoles han sido de los más destacados. Lo confirman los nombramientos de la UEFA”.
Ahora bien, desde su nuevo e influyente puesto (se supone) Velasco Carballo sí podría contribuir a aclarar determinadas normas, bajo el amparo del organismo al que ahora pertenece.
Y bajamos a pie de campo cuando nos referimos a pequeñas normas de las que desconocemos si están vigentes o no, por el desuso de su aplicación. De entrada debería recomendar a la ‘International Board’ la supresión de esa norma por la que se para el juego cuando el balón toca al árbitro para recuperar la anterior, que lo agilizaba mucho más.
Y se deberían aclarar reglas como las del saque de banda. ¿Se puede pisar la raya? ¿Se puede levantar un pie? En cuanto a atarse las botas, ¿dónde hay que hacerlo, dentro o fuera del terreno de juego?
Pequeños detalles que se aplican poco últimamente y que nadie se molesta en aclarar (ni pitar) pero que ahora, con el VAR que todo lo ve, podrían hacer que se anulase una jugada por una cuestión de ese estilo. Mateu, por ejemplo, no levanta el brazo en todos los indirectos que pita. ¿Y por qué tienen prohibido los árbitros hacer declaraciones?
Quedamos a la espera de noticias.