La Península Ibérica, rodeada de mar por todas partes, era el lugar apropiado para la práctica de los deportes náuticos. Uno de ellos, las embarcaciones fuera borda, al principio anunciadas como ‘Out-Boards’ en la prensa local, han tenido su desarrollo en la segunda mitad del pasado siglo. En Galicia comenzó su práctica en los principales puertos deportivos como Vigo, Pontevedra o Sanxenxo. Nuestra ciudad no podía ser una excepción y pronto alcanzó la primacía de esta práctica deportiva.
Podemos decir que fue a partir de 1960 cuando empezaron a organizarse competiciones de este deporte en nuestra bahía. Primero, con los pilotos coruñeses, Óscar Malde, Rodolfo Lama (hijo), Luis F. Quiroga Piñeiro, Bernardo Pérez Redondo, Ricardo Urgoiti o un jovencísimo Jesús Miguel García Lago. Pronto se organizaron competiciones con otros pilotos españoles y portugueses, y nuestro Real Club Náutico con su sección de Motonáutica a cuyo frente estaba Antonio Nores, lograba que nuestra ciudad alcanzase renombre internacional.
En 1963 se celebró el Primer Gran Premio de La Coruña, cuyo vencedor en categoría ‘EU’ fue el marroquí Felicien Pérez con un motor Mercury de 55 H.P., y en categoría ‘DU’ ganó el coruñés Bernardo Pérez. Ese año, un desgraciado accidente acabó con la vida del piloto malagueño Manuel Marques Cano, pionero de la motonáutica en España. Realizando unos entrenamientos al circuito, que ya conocía del año anterior, tuvo la desgracia de chocar con un cabo que un mercante tenía amarrado a una boya, sin que nada se pudiera hacer por su vida, a pesar de que otro piloto, el joven Rodolfo Lama, se lanzó inmediatamente al agua para socorrerlo.
Dos años después, el anteriormente citado Bernardo Pérez se proclama en nuestra bahía Campeón de España categoría ‘DU’ y gana el Gran Premio Internacional de Cascaes. Otro coruñés, Francisco Pérez Agruña, conquistó en Alicante el Campeonato de Europa ‘ET’. En 1966 se repiten estas competiciones con la disputa en A Coruña del Campeonato de España categoría ‘DU’, en el que participaron pilotos de Madrid, Valencia, Barcelona, Pontevedra y A Coruña, proclamándose campeón Álvaro Urgoiti, y obteniendo buena clasificación los también herculinos Germán Suárez-Pumariega y los hermanos Eugenio y Carlos Pita Wonenburger. En 1969 acudían pilotos de Lisboa, Madrid, León, Lugo y los coruñeses Emilio Rodríguez, Enrique Pardo de Andrade y los hermanos Tito y Ramón Casal. En 1973 los vencedores fueron los coruñeses Moncho Casal, Tonecho Amor y Aurelio Ruiz, los tres representando al equipo del Casino. En el año 1975 volvería a ganar Moncho Casal, quien recibió el trofeo de manos del Jefe del Estado, Francisco Franco.
Y es que las competiciones solían celebrarse en el mes de agosto, contando con la presencia del Jefe del Estado, que tenía el yate Azor anclado en la bahía, y que solía presenciar las regatas y presidir la entrega de premios a los vencedores.
En uno de esos veranos recuerdo también la exhibición paracaidista del Marqués de Villaverde, así como una exhibición de esquí acuático y vuelo en paracaídas, que era remolcado por una fueraborda. Todas estas pruebas eran presenciadas desde los muelles por gran número de coruñeses y la prensa local se encargaba de publicar hermosas fotografías de las embarcaciones girando y acelerando en un circuito triangular de 1.500 metros, que solían realizar en mangas de ocho vueltas, de las cuales solo tres eran puntuables.
Recuerdos de una época ya pasada y de un deporte solo apto para deportistas con grandes recursos económicos, es decir ¡para ricos!