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Mal partido para el espectador el del sábado pasado en la Nova Creu Alta. Aburrido, insulso y con cierta emoción en los minutos finales. Lo más positivo fue la victoria del Dépor, que sin duda va a dar un impulso en la dañada moral del conjunto.


Hay dos factores que hacen ser optimistas de cara al futuro de la competición. Por una parte, el temprano gol coruñés en el minuto siete obligó a desplegar un sistema defensivo para mantener la ventaja. El conjunto deportivista supo sufrir y aguantar las acometidas del Sabadell. Esta circunstancia hace pensar que va a haber partidos complicados que sin hacer un buen futbol se puede conseguir y defender un resultado positivo.


La otra alegría es la diana conseguida por el canterano Martín Ochoa. Si algo hay que valorarle a Idiakez son las oportunidades que está dando a los futbolistas criados en Abegondo. Si la temporada pasada rompía Yeremay demostrando que estaba maduro para el primer equipo, en este curso Mella empieza a dar muestras de su rapidez y calidad en el desborde, también en Primera RFEF. En Sabadell fue el delantero Martín Ochoa quien se destapó como goleador. Estoy seguro que a esta nómina de fabrilistas se unirá en breve Barcia, un central con gran proyección al que le ha tocado cubrir la posición de lateral pero que acabará haciéndose un hueco en la zaga deportivista.


El domingo visita Riazor el Nàstic de Tarragona, líder de la clasificación y uno de los aspirantes al ascenso. Una victoria blanquiazul daría continuidad a una racha que esperemos nos empuje hacia arriba. Ligar dos triunfos seguidos reforzaría la moral de jugadores y afición además de acercarte a los puestos de ascenso.


Desde ayer, el Club ha conseguido los servicios de un psicólogo para atender al primer equipo y al Depor femenino. 


Una buenísima noticia para ocuparse de las lógicas necesidades que en ámbito mental pueda ayudar a los profesionales a mejorar sus prestaciones y, de paso, su rendimiento en los entrenamientos y partidos.


Por último, lamentar la marcha del médico del primer equipo, el doctor Carlos Lariño, que ha dedicado gran parte de su carrera profesional a cuidar a los jugadores blanquiazules con una dedicación y un cariño que dejará huella en el Club. Desearle lo mejor en su nuevo reto profesional en la Federación Española de Fútbol.

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