Los momentos y los trenes, tanto en la vida como en el fútbol, están para aprovecharlos, para cogerlos. El Arteixo no lo hizo en una primera parte casi perfecta. Casi porque faltaron más goles. El equipo de Juan Riveiro dejó con vida al Arosa, que empató nada más arrancar la segunda mitad. Otero marcó un golazo que volvía a hacer justicia, pero un chispazo en forma de zurdazo de Iñaki significó el definitivo 2-2 cuando todavía faltaban veinte para el final.
En la primera parte hubo un equipo a muy buen nivel, el Arteixo, y otro que estuvo muy lejos de ser un aspirante al título de liga, el Arosa. Solo fueron 45 minutos, pero Juan Riveiro le ganó la partida, y con creces, a Luisito. Armado en un 1-4-2-3-1, el conjunto rojiblanco dominó todos los aspectos del juego y se mostró con las ideas claras tanto en ataque como en defensa, tanto en la elaboración como en las transiciones, tanto en bloque intermedio como defendiendo cerca de su área.
Quizá lo mejor del primer tiempo (para el Arosa) fue el resultado: 1-0. El gol subió al marcador en la primera llegada clara por parte del Arteixo. El equipo de Juan Riveiro descubrió una autovía en el carril izquierdo de su ataque. Iván, el mejor del primer acto, profundizó por su banda. Ni Losada, el extremo, ni Santi Figueroa, el lateral, estaban para defenderle. El ‘2’ rojiblanco se metió en el área, Otero se paró haciendo dudar a Pacheco, al que no le quedó otra que salir a tapar a Iván. El lateral sacó un centro con el exterior de la derecha, la bola dio en el defensa, el envío hizo un extraño y sorprendió a Manu Táboas con una parábola.
La única del Arosa medianamente clara en el primer acto fue de Borja Míguez con un tiro raso desde la frontal buscando el palo derecha de José Hevia. La jugada terminó en córner, sin consecuencias. En el 22, nuevo transición del Arteixo por la izquierda. La finalizó Pablo Ramos con un lanzamiento desde el borde del área que Táboas desvió con una buena intervención abajo. El cuadro local sabía por dónde hacer daño. Era Iker el extremo izquierdo, pero tenía mucha libertad para aparecer por cualquier zona del campo y dejarle todo el costado a Iván que en el 30, como en el gol, volvió a entrar hasta la cocina. En esta ocasión dio el pase con la zurda, Fabio no llegó a rematar, pero Edu estaba solo en la frontal. No lo vio.
Luisito, visiblemente molesto con la versión de su equipo en el primer periodo, ordenó calentar a tres futbolistas antes del descanso. Y sí, hizo el triple cambio. Salieron Brais Vidal, Julio Rey y Hugo Losada y entraron Sandá, Iñaki y Sylla para pasar a jugar con un 1-4-4-2 claro con Sylla y Borja como pareja de delanteros, pasando Pedreira a la banda derecha.
Y fue Pedreira, precisamente desde la derecha, el que antes de que se cumpliese un minuto de juego de la segunda mitad, sacase el centro del empate. Borja recibió totalmente solo en el área, se permitió controlar ante Hevia y marcó prácticamente a placer con la izquierda. El gol le dio otro aire al Arosa, que pasó a ser dominador y a crear más problemas en ataque teniendo en igualdad a los puntos con los centrales rivales.
Juan Riveiro demostró por qué es uno de los mejores entrenadores de la categoría o, al menos, uno de los que mejor lee e interviene durante los partidos y no tardó en hacer la primera sustitución. Retiró a Iker, metió a Sergio Pereira y pasó a jugar con tres centrales para tener superioridad defensiva. Vela e Iván siguieron haciendo más o menos lo mismo por fuera. El cambio dio resultado y el encuentro volvió a equilibrarse.
Siete minutos después de ese movimiento, en el 61, el Arteixo volvió a adelantarse. Martín Sánchez, uno de los mejores centrales de la liga, se equivocó o le faltó contundencia en la medular y la pelota le cayó a Otero en una situación idílica: con metros para correr. El punta rojiblanco cabalgó por la derecha, se frenó, volvió a arrancar, se coló hasta el área y dejó lo mejor para el final: un recorte con el que tiró a Pacheco y una definición brillante, con toda la calma del mundo, colando la bola entre las piernas de Táboas.
Con marcador a favor, Riveiro siguió refrescando a su equipo en el 70. Salieron del campo Pablo Ramos y Otero y entraron Naya, para apuntalar la medular junto a Óscar, Fabio y Edu, y Sito, para jugar de falso punta y hacer dudar a los centrales rivales tanto soltándose cerca de los medios como buscando la espalda con rupturas.
Sin tiempo para acoplar el sistema, el Arosa empató aprovechando un chispazo de calidad de uno de las de las figuras por las que apostó Luisito tras el descanso. Sandá, que le dio pausa y criterio a su equipo, movió a la frontal para Iñaki, que controló, orientó y soltó un zurdazo desde el balón del área que entró a ras de césped pegado al palo izquierdo de Hevia.
Faltaban veinte para el final, todo un mundo. En cambio, no pasó gran cosa y tampoco hubo novedades en el marcador. A medida que transcurrían los minutos, el Arteixo dejó de aproximarse al área, aunque tuvo una Sito con la zurda. El Arosa pisó más campo contrario, pero no inquietó. José Hevia no tuvo que hacer paradas.
Atlético Arteixo 2-2 Arosa
ATLÉTICO ARTEIXO (1-4-2-3-1): José Hevia; Vela, Antonio, Marcos, Iván (Viqueira, min.79); Óscar, Fabio; Pablo Ramos (Sito, min.70), Edu, Iker (Sergio Pereira, min.54); Otero (Naya, min.70).
AROSA (1-4-2-3-1): Manu Táboas; Santi Figueroa, Pacheco, Martín Sánchez, Cotilla; Brais Vidal (Sandá, min.46); Abel Suárez, Brais Pedreira (Nacho Carús, min.86), Julio Rey (Iñaki, min.46); Losada (Sylla, min.46), Borja Míguez (Fajardo, min.90).
GOLES: 1-0, min.12: Iván. 1-1, min.46: Borja Míguez. 2-1, min.61: Otero. 2-2, min.72: Iñaki.
ÁRBITRO: Castro Castro (Santiago). Sin amonestados.
CAMPO: Ponte dos Brozos.
