A algunos les da igual cómo, otros creen en un estilo, pero lo más importante en el fútbol es ganar. Es lo que quieren todos los equipos, todos los entrenadores. Y eso fue lo que le faltó al Atlético Arteixo contra el Arosa el pasado domingo.
1. Dibujos similares en ambos equipos
El Arteixo salió con un 1-4-2-3-1 con el portero (Jose) y la línea defensiva (Vela, Antonio, Marcos, Iván) habitual en las últimas semanas, con Óscar y Fabio en el doble pivote, Edu en la mediapunta, Pablo Ramos en la derecha, Iker en la izquierda y Otero como delantero. El Arosa también salió con tres piezas por dentro, la más llamativa de Brais Pedreira –luego pasaría a la derecha– en la mediapunta y con un único delantero (Borja).
2. Primera parte de nivel muy alto
El Atlético Arteixo hizo una primera parte (casi) perfecta, pero no fue capaz de encarrilar el choque. Superó al Arosa en todas las facetas del juego menos en una. No fue capaz de controlar el número de acciones a balón parado en contra. El equipo de Luisito sacó infinidad de córneres en los primeros 45 minutos. Por lo demás, el Arteixo fue el único equipo que estuvo en Ponte dos Brozos en ese primer tiempo. Consiguió salir con la bola controlada, atacó por la derecha, por el centro y, sobre todo, por la izquierda. Con Iker Castro sin mantenerse fijo en ese extremo, creó muchas dudas a los defensas arlequinados, que no supieron defender las incorporaciones de un Iván Vázquez que hizo mucho daño y, además, marcó el 1-0 en un disparo en el que Pacheco, tratando de obstaculizar el tiro, desvió la trayectoria sorprendiendo a Manu Táboas.
3. Despiste nada más empezar la segunda
El 1-0 al descanso fue corto y el Arosa castigó la falta de contundencia del Arteixo con un gol nada más comenzar el segundo acto. Brais Pedreira sacó un centro desde la derecha en tres cuartos de campo, Sylla peinó en el borde del área y Borja Míguez controló solo en el área, sin dar tiempo a llegar a Antonio. El hijo de Luisito superó a José Hevia, que poco pudo hacer, con un remate con la izquierda.
4. Tres centrales para dos delanteros
Luisito había hecho un triple cambio para empezar el segundo acto: pasó a jugar con dos delanteros (Borja y Sylla). Teniendo en cuenta esa circunstancia y que el Arosa estaba creando más peligro que en la primera mitad, Juan Riveiro decidió mover ficha. Sacó a Iker, metió a un tercer central (Sergio Pereira) y, a partir de ahí, con esa superioridad defensiva, su equipo volvió a tener más control.
5. El golazo de Otero, mención especial
Fabricó la jugada desde cerca del medio del campo, hizo un recorte sensacional y, lo más importante, definió con la tranquilidad de los grandes delanteros. Otero marcó un golazo.
6. Empate de Iñaki, ocasiones locales
Iñaki, con un zurdazo raso, empató en el 72, pero el Arteixo tuvo las mejores ocasiones en el tramo final.
