Noé López (Fisterra, 1977) llegó a Betanzos hace poco más de cuatro años. Iba a tener el honor de dirigir a un histórico, como él mismo valora, pero este se encontraba muy abajo, en Primera Galicia. En el año 2020 logró el ascenso a Preferente y ahora ha continuado su obra subiendo a Tercera Federación. No la ha completado, porque su máxima ilusión es seguir en el club y aportar su granito de arena para seguir creciendo.
Con sufrimiento, pero lo habéis conseguido.
La verdad es que esperaba que fueran duros (el Unión), pero no esperaba que fuéramos 2-0 en la segunda parte. Yo durante la semana le di vueltas a posibles situaciones que se podían dar en el partido. Igual sí pensé que nos podían marcar pronto, como así fue, o marcar nosotros pronto. Ante la importancia del partido le di muchas vueltas. Pero no esperaba que en el minuto 55 estuviéramos 2-0. La suerte fue que marcamos muy pronto. Y recalcaría que el ánimo de la gente que fue a Rianxo fue determinante para que la última media hora fuera un acoso-derribo y que los chicos le pudieran dar la vuelta al marcador.
Porque tú durante la semana, ¿cómo intentaste preparar a los chicos?, ¿qué les dijiste antes del partido?
Fue una semana diferente, hubo menos carga de trabajo y sí que dediqué un mayor % en las sesiones a hablarles. Les pedí personalidad, que no se creyeran que iba a ser fácil porque jugáramos contra un equipo descendido. Trabajamos un poco los mecanismos que trabajan ellos. Son un equipo que juegan muy parecido a nosotros, muy físico. Creo que hay que tener personalidad en ese tipo de partidos por la importancia que tiene, por poder hacer historia en el club, y tenían que seguir tranquilos pero salir con intensidad.
El ánimo de la gente que fue a Rianxo influyó para darle la vuelta al marcador
¿Cómo es el análisis del rival en una categoría como Preferente?
Nosotros tenemos un grupo de entrenadores que nos pasamos los vídeos. ¿Qué pasa? Hay 4 o 5 que no graban los partidos. El Unión es uno de los que no graba, por lo que los partidos que tenía era de cuando juegan fuera de casa. Partidos allí, en Rianxo, no tenía. Pero ya por los resultados, por los últimos 7 u 8 partidos, habían ganado bastantes, entre ellos el Boiro y el Montañeros en su campo. Sabíamos que iba a ser un rival complicado.
Empieza el partido, ocasión clara nada más empezar y en el minuto 2 gol en contra.
Sí, y mira que en este tipo de partidos los primeros minutos suelen ser de tanteo. Pero en el segundo 30 ya tuvimos un centro desde la izquierda, dos rechaces en el área pequeña, prácticamente con el portero batido y no lo conseguimos. En ese momento, ya empiezas con las cábalas de que va a ser el típico partido que tienes muchas ocasiones y justo en un contraataque, dos minutos después, te marcan. En la primera parte el Unión fue mucho mejor que nosotros. Estábamos muy agarrotados, parecía que eran ellos los que se jugaban el ascenso y nosotros no. En el descanso tuvimos un toque de tranquilidad, de salir bien en la segunda parte, solo estábamos a un gol del objetivo. En los primeros minutos tuvimos tres o cuatro ocasiones muy claras, ya yendo a por el empate, y justo en un contraataque nos marcan el 2-0.
¿Cómo es ese momento?
En ese momento yo noté un silencio en toda la gente que se había desplazado desde Betanzos. Siempre llevo unas anotaciones de posibles situaciones que se pueden dar en el partido, si va bien, si va mal... Lo miré e incluso cambiamos el sistema; también había hecho un cambio en el descanso. Y creo que la clave estuvo en marcar rápido el 2-1. La celebración de ese gol, pese a que todavía no estábamos en ascenso, fue apoteósica por parte de la gente. Y a partir de ahí nos llevaron en volandas, animando y haciendo ruido. Fue un monólogo nuestro: nos anulan dos goles, un penalti que creo que era nos lo sacan fuera... Luego vino el 2-2 de penalti, pero seguimos atacando. Creo que ellos tuvieron un bajón físico por todo lo que hicieron en la primera parte, porque además es un campo de unas dimensiones grandes.
A los jugadores les pedí personalidad y que no creyeran que iba a ser fácil
Y el gol que más disfrutaste el 2-3, ¿no? El que te da la tranquilidad.
Sí, a ver, yo normalmente no suelo celebrar mucho los goles, lo hago más por dentro que exteriormente, pero obviamente el 2-3 te da cierta tranquilidad. Creo que faltaban sobre diez minutos y fue importante porque con 2-2 en cualquier jugada, en un balón parado..., se te puede ir la alegría.
¿Al final del partido fue todo celebración o le diste alguna charla a los jugadores?
No, no, imposible (risas). Yo en un primer momento busqué al ‘presi’ para darle un abrazo, que sé que él que lo sufre mucho, igual que yo, y dejé un poco la celebración a los jugadores. Estuve diez minutos en esa soledad del entrenador interiorizando lo que habíamos conseguido y luego sí que ya me mantearon y todo eso. Pero lo primero que pensé fue en buscar al ‘presi’ para felicitarlo.
Empezaste con el Betanzos en Primera Galicia. ¿Qué supone para tí haber conseguido dos ascensos?
Yo siempre lo dije, incluso cuando entrenaba en esa categoría. Para mí, que cuando era jugador en Tercera me enfrentaba mucho contra el Betanzos y era un club muy importante en la zona y en Galicia, entrenar a una entidad como esta ya era un honor, aunque fuera en Primera Autonómica. Recuerdo la primera conversación que tuve con el presidente cuando me llamó, que salió el tema de la Tercera División, pero lo veíamos un poco lejano.
A largo plazo.
Sí, a largo plazo. A muy largo plazo. Primero paso a paso, porque la Primera Autonómica también es complicada. Queríamos ir dando pasitos y no imaginábamos que poco mas de cuatro años después el equipo llegara a la división nacional.
Busqué al 'presi' para darle un abrazo, porque sé que lo sufre mucho
¿Vas a continuar?
Sí. En principio no hemos hablado nada, pero bueno, ya he conversado con el ‘presi’ meses atrás sobre posibles jugadores para la temporada siguiente. No lo hemos cerrado, pero no creo que haya problema por ninguna de las partes.
¿Qué os espera en Tercera Federación? Más allá de la evidente diferencia de nivel.
El salto de Preferente a Tercera es grande: es una sesión más semanal, te enfrentas a equipos de mucho potencial económico, etc. Y aún siendo un histórico como el Betanzos, tenemos que adaptarnos a la categoría, porque hace nada estábamos compitiendo con equipos pequeños.
¿Cuánto entrenabais en Autonómica, cuánto en Preferente y cuánto lo haréis en Tercera?
En Primera Autonómica entrenábamos tres días, en Preferente seguimos entrenando tres días, aunque había equipos como el Boiro que trabajaban cuatro. En Tercera habrá que sumarle una sesión más.
Hablabas antes de tu estilo de juego, muy vertical, ¿cómo es tu plan?, ¿flexible o eres de una idea fija?
Sin balón me gusta ser un equipo agresivo, presionante, incómodo para el rival. Luego con balón sí que me gustan mucho las transiciones, robar y correr, que los ataques sean bastante verticales, que prime más la cantidad de llegadas que la calidad. Es muy práctico. En Regional se cometen muchos errores, gran parte de los goles llegan por eso, así que intentamos ser bastante prácticos, no arriesgar demasiado. A la gente le puede gustar más o menos, porque últimamente hay otras modas, pero estoy muy orgulloso de, además del ascenso, ser el equipo más goleador de la Liga, 83 goles, una media casi de 2,5 por partido. Eso también gusta a la gente.
Soy un ganador, preparo los partidos en función de lo que tengo
Es decir, sin alardes, pero buscando la efectividad.
Es que no se puede comparar el fútbol profesional con el regional. A todo el mundo le gustaría jugar como juegan la mayoría de esos equipos, pero yo entiendo el deporte y entiendo el fútbol como una competición. A partir de ahí yo soy un ganador, tengo que ver lo que tengo, en que liga estoy y considerar el modelo de juego ideal para ganar los partidos.
¿La relación con el presidente fue buena durante la racha de cinco derrotas seguidas?
Sí, sí... A ver, aunque el año pasado quedamos cuartos estuvimos a una cierta distancia de los tres equipos que se jugaban las dos plazas, que fueron Arteixo, Sarriana y Paiosaco. Esta temporada no teníamos un objetivo claro de ascenso cuando empezó esta liga. Queríamos estar en la parte de arriba y llegar al último tramo con opciones de poder dar la sorpresa. Pero no, nunca tuvimos una charla ni nada eso. No sólo fueron cinco derrotas, sacamos un punto en siete partidos, pero también es cierto que de los diez primeros partidos, ganamos nueve, así que aún teniendo esa mala racha estábamos quintos o sextos y tampoco era un drama mirándolo desde el objetivo que teníamos en un principio.
De cara a Tercera, ¿tiene que cambiar mucho la plantilla?
A ver, estamos aún asimilándolo... Todo el mundo sabe que el escalón de Preferente a Tercera es grande, y como todos los equipos que suben haremos cambios, pero no me he parado a pensar. Lo mejor ahora es disfrutar unos días del momento, de la gente que lo ha conseguido. Tienen que saber que han hecho historia, porque el Betanzos sólo ha subido cuatro veces a Tercera.
