“Este es el cuarto año que voy a retirarme”, afirma Minguilla, nombre futbolístico de Pablo Ferreira (Ordes, 1980). Esta vez parece que va en serio, por lo que espera una tregua de las lesiones para poder decir adiós dejando a su Queixas, donde lleva quince temporadas, en Primera Futgal.
No jugó ante el Culleredo. ¿Cómo va la lesión?
Sufrí un desgarro en el gemelo hace un par de semanas, pero espero estar listo para jugar el domingo ante el Marino.
Van segundos con tres puntos de ventaja sobre el Brexo Lema. ¿Cree que lograrán el ascenso directo?
Depende de nosotros. Pese a las muchas bajas, estamos sacando los partidos adelante. Además, diría que los rivales tienen peor calendario.
¿Cómo explica estar tan arriba pese a ser un recién ascendido?
Se debe sobre todo a la unión del grupo, cada uno sabe el nivel que tiene y lo que puede aportar al equipo. Creo también que los fichajes —por ejemplo, Gonzalo, Cristian o Raúl— nos han dado un plus tanto para competir como para entrenar.
Lleva mucho tiempo en el Queixas. ¿Qué tiene de especial este club para usted?
Con el paso de los años ha ido aumentando el número de amigos que he hecho. Y no solo para mí, sino para mi mujer y mis hijos también, que disfrutan tanto o más que yo cada domingo que nos juntamos.
¿Cuál ha sido su mejor momento en el equipo?
El día del ascenso a Primera —temporada 2015-16—, que nos lo jugábamos todo en la última jornada contra el líder —Portazgo— en su casa y le ganamos por 0-2.
¿A qué otros clubes de su carrera destacaría?
Al Órdenes, que llegué al primer equipo tras empezar en benjamines, y al Mesón do Bento, por darme la oportunidad de jugar en Tercera División y demostrar que podía jugar en una categoría así.
¿Ha pensado alguna vez en la retirada?
Este es el cuarto año que voy a retirarme. Cada temporada que acaba, me juro que no voy a volver, pero siempre me acaban convenciendo.
¿Qué posibilidad hay de que este año sí sea cierto?
Un 100%, lo tengo claro.
¿Cómo le gustaría que fuera su último partido?
Me da un poco igual, pero sería bueno celebrar el ascenso.
¿Notó mucho cambio cuando cumplió los 40 años?
Creo que si te mantienes en forma y no tienes lesiones, no cambia mucho. Aunque sí se nota en los plazos de recuperación. Antes jugaba el domingo y al día siguiente ya estaba para otra; ahora no.
Hizo 20 goles el curso pasado y lleva seis este. ¿Aún nota que está en plena forma?
La verdad es que no. Llevo ya dos años cargado de lesiones que no me dejan tener continuidad, pero los minutos que juego creo que aún aporto cosas que ayudan al equipo. Si no fuera así, ya tendría parado.
¿Cuáles han sido y son sus puntos fuertes y débiles?
Siempre estuve a muy buen nivel físico, lo que me permitió llegar en buena posición a los balones. También me manejo bien con ambas piernas y por ello puedo jugar por ambas bandas. En cuanto al punto débil, mi regate en parado.
¿Qué jugador de su Liga no puede faltar en esta sección?
Ahora mismo, cualquiera de mi equipo, aunque hay muy buenos jugadores en muchos equipos, sobre todo en el Sporting Coruñés y en el Sada.