Gilsanz: "Quiero que el Depor ascienda a Segunda con Imanol de entrenador"
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Gilsanz: "Quiero que el Depor ascienda a Segunda con Imanol de entrenador"

Gilsanz: "Quiero que el Depor ascienda a Segunda con Imanol de entrenador"

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La tercera temporada de Óscar Gilsanz en el Fabril es su primera en Segunda Federación, como la de muchos de sus jugadores. El filial del Depor cayó a puesto de ‘playout’ en la última jornada de 2023 (4-1 en Pontevedra). El entrenador del Depor B analiza en profundidad, en una entrevista en su Betanzos natal, la primera parte del curso.

 


17 puntos de 48 posibles. ¿Qué nota merece el Fabril?
Las notas deben darse a final de temporada, pero actualmente estaríamos rozando el aprobado por el nivel clasificatorio. Estamos empatados a puntos en el puesto de 'playout' y, por lo tanto, estaríamos al límite del aprobado pero las temporadas, y más en un filial, tienen muchas connotaciones y sería bueno esperar al final.

 

Siete derrotas en total y cinco de ellas en las seis últimas jornadas.
Siempre buscamos ser competitivos. Independientemente del contexto del partido y de la situación en la que se juegue, el equipo debe estar siempre en capacidad de competirlo y de disputarlo, bien sea en situación dominante cuando juega en casa o menos dominante fuera con un contexto de partido diferente. El equipo siempre da la cara y está cerca del éxito en los partidos, pero también cerca del fracaso, de no conseguir puntos y ha habido varios partidos en los que hemos estado cerca de sumar pero nos quedamos a cero.

 

En esta racha habrán influido el nivel de los rivales y el estado de su equipo.
Cuando hablo de ser competitivos independientemente del contexto, me refiero a cómo lleguemos al partido y a las condiciones en las que se juegue. El Fabril trata de ser competitivo en todos los partidos y trata de ser un rival difícil para el oponente. Estamos consiguiendo estar muy cerca de ese objetivo.

 

Un dato que llama la atención es el del número de victorias: sólo cuatro en varios meses de competición.
No soy muy amigo de pensar en lo que se merece y en lo que no. Ha habido algún partido en el que posiblemente hayamos merecido un mejor resultado, pero también ha habido otros en los que hemos conseguido un premio mayor del que merecíamos. A lo largo de una temporada eso se equilibra.

 

Pero son pocos partidos ganados.
Sí, son pocas victorias. Evidentemente, tenemos como reto aumentar el número de victorias porque son las que nos mantendrán en una zona más tranquila.

 

¿Le cuesta asimilar esta nueva situación a un equipo que estaba acostumbrado a ganarlo prácticamente todo en las últimas temporadas?
El equipo es consciente de que no está en Tercera y de que nos enfrentamos a rivales que tienen armas suficientes para ganar los partidos y que algunos son equipos que no hace muchos se enfrentaban a nuestro primer equipo, como Guijuelo o Valladolid B. Los jugadores son conscientes de que la dificultad es mayor que otras temporadas y que nuestra misión, tanto por parte del cuerpo técnico como por parte de los jugadores, es adaptarnos a la nueva realidad competitiva y eso significa no encadenar tantos resultados positivos consecutivos como la temporada pasada. Nadie se acostumbra a no ganar, pero hay que darle la naturalidad que tiene la nueva categoría en la que estamos y trabajar para que cada vez seamos mejores.

 

Nadie se acostumbra a no ganar, pero hay que darle la naturalidad que tiene la nueva categoría en la que estamos

 

No sería positivo que el futbolista se acostumbrase a no ganar.
Evidentemente, siempre es bueno que la competición no te permita acostumbrarte a no ganar porque es peligroso. Cuando un equipo está arriba, gana partidos muchas veces y los que son igualados suelen caer de su lado. Siempre es interesante estar en una dinámica positiva porque es importante a la hora de que el jugador encuentre las sensaciones que nos lleven a ganar.

 

¿Cuál ha sido el mejor partido del Fabril en lo que va de temporada?
Hicimos muy buenos minutos en muchos partidos. Quizá no hemos sido muy regulares, pero hemos jugado minutos muy buenos contra el Pontevedra, por poner de ejemplo el último partido. Hemos propuesto cosas que muy pocos equipos habían propuesto en un estadio como Pasarón en el que fuimos capaces de quitarle el balón al Pontevedra y de que no nos embotellase durante muchos minutos. En la primera jornada también jugamos buenos minutos contra el Avilés, en casa contra el Coruxo, el Zamora y el Compostela... Quizá nos ha faltado continuidad.

 

Contra el Coruxo fue increíble no haber marcado ni un solo gol.
No me gusta echar la vista atrás en partidos en los que quizá hemos estado bien pero no ganamos porque quizá en otros en los que no hemos estado muy bien tal vez sumásemos algún punto o los tres. Tenemos la sensación de que el equipo hace muchas cosas bien y eso nos tiene que llevar a sumar más.

 

¿Ha habido algún partido en el que no haya reconocido a su equipo?
Nuestro trabajo pasa por ir reconociendo dónde está el error en cada momento y tratar de reorientar lo que hace el equipo pero ha habido momentos en los que los rivales nos superaron. En el primer partido en casa contra el Rayo Cantabria nos encontramos a un filial muchísimo más hecho que el nuestro y creo que fue la jornada en la que menos opciones tuvimos de sacar algo positivo. Quizá los jugadores se dieron cuenta de que la categoría era otra cosa y que se necesitaba una pizca de madurez para sacar los partidos adelante.

 

En el primer partido en casa contra el Rayo Cantabria nos encontramos a un filial muchísimo más hecho que el nuestro

 

¿Ese partido contra el Rayo Cantabria fue un golpe de realidad?
Nos dimos cuenta de que en disputas, duelos y balones divididos debíamos dar más. Casi todos los equipos son capaces de alternar momentos con diferentes posicionamientos en el campo y también nos dimos cuenta de que deberíamos dominar ambas áreas. Nos dio una lección de realidad de dónde estábamos, de la categoría en la que estamos compitiendo y más todavía teniendo en cuenta que el que estaba enfrente era un filial. Que te suceda algo así ante un equipo que no es un filial te lo puedes esperar, pero el Rayo Cantabria nos hizo ver y entender qué tipo de filiales resisten en esta categoría.

 

¿Le ha gustado el juego de su equipo hasta el momento?
El juego está siendo bueno. Hemos ido modificado cosas porque los jugadores son los que determinan, en muchas ocasiones, las posiciones en las que tienen que jugar, dónde debemos buscar la profundidad o dónde debemos posicionarnos mejor para tener balón o para quitárselo al contrario. El equipo ha ido evolucionando y no es el mismo que la temporada pasada ni el mismo que en la jornada 2. Ha habido evolución de futbolistas y evolución en cuanto a que el equipo se posiciona de una manera diferente para tener el balón. Estoy muy satisfecho con lo que están haciendo los jugadores en el día a día y en cómo lo estamos llevando a cabo en los partidos exceptuando la pizca de competitividad que necesitamos para conseguir mejores resultados.

 

Óscar Gilsanz y la mayoría de jugadores del Fabril son debutantes en la categoría. ¿Juega el Fabril a lo que imaginaba antes de empezar la liga o la categoría le ha obligado a reinventarse?
Sí y no. Creo que uno no puede imaginar cómo va a jugar su equipo. Por mucho que imagine el fútbol es algo vivo. Un equipo saca una alineación en la primera jornada creyendo que va a jugar de una manera en ese partido, pero a lo largo de la temporada va sufriendo modificaciones tanto en cuanto a jugadores, como en cuanto a estructura, como incluso en las zonas en las que queremos atacar o en las que queremos conquistar al rival. Mi manera de ver el juego es como algo cambiante. No es lo que mismo poder tener a un extremo concreto que no tenerlo, no es lo mismo tener un delantero centro de espacios que de área. La manera de jugar es algo vivo según las posibilidades que vayas teniendo. El patrón fundamental y la idea principal sí se mantienen pero debemos tratar de que los jugadores aparezcan en las zonas en las que realmente sí son buenos.

 

Creo que uno no puede imaginar cómo va a jugar su equipo

 

El juego es más cambiante sí cabe en un equipo como el Fabril que sufre tantas modificaciones en sus convocatorias cada semana.
Para un filial eso es el día a día. Cambiamos jugadores por necesidades que pueden ser negativas porque hay lesiones como en todos los equipos o positivas porque hay futbolistas que suben al primer equipo y eso es una alegría para todos. La temporada nos está llevando a tener que modificar mucho. Es un problema para la estabilidad del equipo, pero también una oportunidad para los jugadores. Teniendo en cuenta que el equipo es joven hay que intentar verle ese lado positivo.

 

¿Qué le falta al equipo para ofrecer mejor rendimiento?
Si lo supiera, tocaría con la varita... ¿Qué le falta? Seguir trabajando y buscando el crecimiento de los jugadores que están dando un paso adelante en el Fabril y asumiendo importancia en el grupo. Debemos tener la paciencia y la exigencia de la mano para que los jugadores jóvenes sigan creciendo.

 

¿Qué variantes ha experimentado el Fabril en lo que va de liga?
La temporada pasada, en las dos primeras jornadas de liga nos quedamos sin los dos extremos puros que teníamos en la plantilla: Tim Caroutas y Mella. A partir de ahí, tuvimos que buscar alternativas para que los jugadores que teníamos para esas posiciones, que eran de diferentes cualidades, consiguiesen que el equipo no se resintiese. Lo mismo que hicimos la temporada pasada por las lesiones, lo hemos tenido que hacer esta temporada. Los jugadores de fueran son menos específicos y tenemos que darle profundidad al equipo con otros futbolistas. Los cambios en los equipos están motivados por los espacios en los que reciben los jugadores y por los futbolistas que dan profundidad al equipo y en ese sentido es en el que hemos ido modificando.

 

Lo que no ha variado prácticamente nunca es la estructura con cuatro defensas, doble pivote, un punta...
Vivimos en un fútbol en el que la estructura es siempre muy variable. El Fabril es un equipo que intenta presionar alto y, cuando un equipo presiona alto y busca al rival, la estructura ya se modifica, se juega en expansión y saltan jugadores subiendo líneas. Quizá la estructura es más visible cuando un equipo está en repliegue porque trata de reducir espacios, defender zonas y el esquema es más reconocible. En ataque no sucede eso ya que los jugadores aparecen y desaparecen de diferentes líneas subiendo y bajando. La estructura, dentro de un partido y dentro del propio juego, es bastante variable. Mantenemos normalmente una línea de cuatro defensas a nivel escructural, no solemos salir con tres centrales, pero sí modificamos la estructura con balón, en la presión o en diferentes situaciones de los partidos.

 

¿Obliga la categoría al Fabril a jugar más en función del rival que en Tercera?
No lo creo. En todas las categorías se tiene en cuenta al rival. Es algo que va al gusto de los cuerpos técnicos. Hay gente a la que le gusta tener más en cuenta al rival y otra gente a la que no. Nuestra forma de trabajar en cuanto al estudio del rival y a la información que le damos al equipo es más o menos la misma que la temporada pasada. La categoría nos da más opciones en cuanto a visionaje de vídeos, pero mientras el fútbol sea un juego de oposición en cuanto a lo que tú haces también depende de lo que haga el rival, siempre habrá una parte estratégica teniendo en cuenta tus piezas y las del rival y cómo las mueves tú y cómo las mueve el rival. Poniendo por delante la importancia de los futbolistas, que son los que tienen las condiciones para ejecutar lo que pensamos desde fuera, hay un componente estratégico y de estudio del rival para dar información a los jugadores con el objetivo de minimizar nuestros puntos débiles y maximizar los del rival.

 

Siempre habrá una parte estratégica teniendo en cuenta tus piezas y las del rival

 

En Tercera daba la sensación de que el rival a batir era el Fabril y que los que se tenían que adaptar eran los rivales.
En Tercera también teníamos en cuenta al rival, por supuesto. No era lo mismo que nuestros centrales tuviesen que defender a un delantero que no disputaba y que iba continuamente al espacio que a un delantero que disputa siempre y nunca va al espacio. Teniendo en cuenta esas variables, como pueden los centrales con un delantero rival, lo misma pasa en otras zonas del campo. No era lo mismo enfrentarse a un rival con una defensa que protegiese su espalda que a una defensa que trataba de dar un paso adelante para no tener que para atrás y eso era algo que mis delanteros debían conocer. Considero que era una información que mis jugadores debían ver en vídeo y, si queríamos aprovecharlo, también debíamos trabajarlo en el campo. Pero, al final, son los jugadores, sus condiciones y sus tomas de decisión, los que deciden los partidos.

 

¿Cómo filtra el cuerpo técnico del Fabril la información del rival para no saturar a sus futbolistas?
Nuestra manera de trabajar es un poner un día el vídeo colectivo del rival para todo el equipo. Antes de la última sesión, el día antes del partido, ponemos exclusivamente vídeo de las acciones a balón parado; y en la última sesión damos a los jugadores vídeos individuales de los futbolistas rivales. Eso en cuanto al rival. El resto de la semana tratamos de hacer correcciones individuales a través del vídeo sin un orden establecido. Los lunes analizamos el partido que hemos jugado el día anterior y si creemos que hay algo a nivel grupal o individual que hay que enseñar a un jugador, a un grupo de jugadores o al grupo entero, lo hacemos, pero sin establecer un día concreto sino buscando cuándo podremos trabajar en el campo tanto correcciones como refuerzos positivos. En ocasiones hay jugadores que se acercan a lo que nosotros queremos y nos interesa que lo vean. Estamos convencidos de que el vídeo es un arma que debemos utilizar y el trabajo del cuerpo técnico del Fabril es constante, pero no a todos los toca el mismo día y pueden pasar dos semanas sin que un jugador reciba información a nivel individual y puede que haya una semana en la que se le muestren dos vídeos porque hay dos acciones del juego que queremos que debe modificar.

 

Si alguno de sus jugadores comete un error en un gol, ¿puede tardar hasta cuatro días en mostrárselo?
Depende. A veces, los errores en los goles no hay ni que ponerlos. Hay errores en situaciones de partido que no son necesarios poner en vídeo porque los jugadores ya se dan cuenta. Tratamos de que el jugador no se vea señalado cuando comete un error. Si es un error en una ejecución, el jugador ya sabe que ha ejecutado mal. A veces, incluso reforzamos positivamente la acción con una mala ejecución.

 

A veces, los errores en los goles no hay ni que ponerlos

 

El trabajo de un cuerpo técnico es minucioso, trabaja muchísimas horas cada semana pero, si el domingo el equipo lo hace mal, el entrenador no se libra de las críticas.
Cuando hablamos de la preparación de los entrenamientos y de los partidos sólo se celebra cuando se gana. Somos conscientes de que, cuando ganamos, enfrente hay un rival que también ha preparado el partido y que lo perdió. Y al revés, cuando pierdes también sabes que has preparado el partido al detalle. No sólo trabajamos en función del rival sino una gran parte de nuestro trabajo es preparar a nuestros futbolistas para encontrarse en diferentes situaciones y la mayor parte de la semana está enfocada a ir mejorando al jugador para que cuando después le demos alguna pincelada del rival pueda adaptarse. El aprendizaje lleva al jugador a tener capacidad para modificar incluso dentro de un mismo partido. No son pocos los partidos en los que les contamos a los jugadores qué tipo de rival nos íbamos a encontrar, que se iba a estructurar de una determinada manera y defendía en una zona o en otra, y después empezaba el partido en Abegondo y cambiaba la estructura. Hay que tener armas para corregir al jugador sobre la marcha y darle otro escenario diferente que igual no le has comentado esa semana pero sí debe estar trabajado de otras sesiones. Una parte importante de la semana va dirigida a la mejora individual y colectiva del equipo y otra más pequeña, pero para mí muy importante, va en función de lo que nos puede hacer el rival.

 

¿La manera de trabajar del cuerpo técnico del Fabril ha cambiado respecto a la de la temporada pasada o es la misma?
No, mantenemos la misma rutina de trabajo. Simplemente incorporamos a una persona más para el análisis del rival y de nuestro equipo. Mantenemos la misma estructura de trabajo, la misma profesionalidad y la misma dedicación. Tenemos un ambiente de trabajo muy bueno. Estoy rodeado de auténticos profesionales, mucho mejores que yo en muchas cosas. Personalmente, me ayudan mucho.

 

¿En qué aspectos ha notado el salto de categoría el Fabril?
La categoría no nos ha sorprendido porque desde el principio teníamos claro que debíamos subir el nivel y más siendo un filial. Sabíamos que íbamos a jugar partidos en los que iban a ser muy importantes los duelos, que no tuviese continuidad el rival en sus ataques, no permitir contraataques con pérdidas de balón, hacer buenas vigilancias, acabar jugadas... En el partido contra el Rayo Cantabria nos vimos inferiores en esos aspectos, el equipo se dio cuenta y dio un paso adelante en ese sentido. Hemos ido superando barreras a nivel individual y también a nivel colectivo porque el equipo tenía un déficit en esos aspectos del juego. Era algo que creíamos que nos podía pasar y lo hemos mejorado.

 

El futbolista que más minutos ha disputado hasta el momento es Brais Val. Es un dato que no sorprende a pesar del cambio de categoría siendo Óscar Gilsanz el entrenador.
No sorprende porque es un jugador específico que da mucho equilibrio y que ha ido evolucionando con el equipo y con la categoría. Le pasó con el salto del Juvenil A a Tercera y también de la primera a la segunda temporada con el Fabril y ahora lo mismo en esta liga. Es un futbolista al que su especificidad le hace jugar muchos minutos.

 

A Brais Val su especificidad le hace jugar muchos minutos.

 

¿Está preparado para un subir un peldaño más?
Todos los jugadores están preparados, pero todos necesitan una velocidad diferente. No sé si la de Brais, igual que la de otros compañeros, es la adecuada o no. Brais se ha adaptado poco a poco a los retos que se le han ido presentando teniendo en cuenta retos por categorías, pero lo mismo que el equipo, el cuerpo técnico y otros compañeros.

 

El segundo con más minutos es Iano Simao. ¿Puede que no esté en el Fabril en la segunda vuelta?
No lo sabemos. Estamos muy contentos con él. La alegría que tenemos en el cuerpo con Iano es por su evolución y quien sigue al Fabril lo puede constatar. El reto del futbolista es ser mejor cada día. No tenemos ninguna noticia, pero ojalá que tanto Iano como cualquier otro jugador del Fabril demuestren tener capacidad para jugar en una categoría superior. Las decisiones que tome el club deben ser un beneficio para todos y así las debemos ver.

 

¿Ha encontrado en Marotías el sustituto ideal de Barcia?
Marotías no es el sustituto de Barcia. Barcia es un jugador que tuvo una progresión muy buena que le ha llevado al primer equipo. Necesitábamos fichar un central zurdo y optamos por Óscar Marotías, que es un jugador muy diferente a Barcia, con unas cualidades distintas  y que está tratando de ir mejorando, pero no de sustituir a Barcia. Son jugadores muy diferentes en la manera de concebir el fútbol y tratamos de que, como en su día el crecimiento de Barcia fue bueno, el de Óscar también lo sea.

 

¿Recuerda a algún central sacando de esquina como lo hace Marotías?
Recuerdo a Mihajlovic, que también jugando de central zurdo en su última etapa como futbolista en la Lazio, sacaba el balón parado. En nuestro caso, el golpeo de Óscar es muy bueno y tratamos de aprovecharlo.

 

Diego y Mati han marcado cinco goles, luego están Kevin y Jairo con dos y el resto con uno. ¿Echa en falta un hombre gol?
Echamos en falta goles, pero no un hombre gol. Es indiferente si los goles los mete un solo jugador que si lo meten varios. Haber sumado cuatro o cinco goles más en determinados partidos nos daría un salto en la clasificación, pero eso es algo que todos los entrenadores buscamos y queremos.

 

Quizá al Fabril le está faltando más acierto que ocasiones.
Ha habido algún partido en el que ha sido cuestión de acierto, pero también ha habido partidos en los que nos generamos muchas ocasiones. En Langreo no generamos muchas, por ejemplo. Es algo que forma parte del trabajo y de que nosotros estimulemos a los futbolistas para mejorar esa parte del juego sabiendo que tiene un componente de acierto que no podemos dejar de tener en cuenta. Lo que queremos es que el equipo tenga profundidad, genere situaciones de peligro y, a partir de ahí, tenemos jugadores con capacidad para hacer goles; y llegarán, sin duda.

 

¿Le ha sorprendido la carta de presentación de Diego Gómez en Segunda Federación?
No, no me sorprende porque conocemos a los jugadores y conocemos la capacidad que tienen de adaptación. Diego se adapta muy rápido a los contextos. Necesita mejorar en muchos aspectos, pero una de las virtudes que tiene es la capacidad para adaptarse rápidamente a las exigencia de una nueva categoría porque tiene un ritmo de juego alto.

 

Diego tiene capacidad para adaptarse rápidamente a las exigencia de una nueva categoría porque tiene un ritmo de juego alto

 

Es obvio que el Fabril lo echa mucho de menos.
Las bajas forman parte de la competición, de las planificaciones y los que me conocen saben que no soy mucho de echar en falta a los jugadores que no están porque hay otros compañeros que salen a jugar y necesitan saber que lo están haciendo bien y nuestro reconocimiento.

 

Desde que empezó a jugar la pasada temporada, Ríos no soltó la titularidad. Esta temporada empezó de inicio, se lesionó y esperó por él para volver a hacerlo titular.
La realidad es que tenemos dos porteros en los que creemos, dos porteros a los que no vamos a dejar relajarse y dos porteros que, con diferentes condiciones cada uno, están preparados para jugar en esta categoría. Los dos tienen un comportamiento, un entrenamiento, una mejora constante y una competitividad entre ellos que hacen que el único beneficiado sea siempre el equipo. No es que sea amigo de rotar en ninguna posición, y tampoco en la portería, pero tenemos dos porteros que son muy buenos y debemos empujar a crecer a los dos.

 

¿Qué le convence más de Ríos?
No me convence más uno u otro. Las condiciones son diferentes. En un partido en concreto puede que necesitemos más las condiciones de uno o de otro, pero los dos han estado bien en los partidos que han jugado.

 

Apenas ha podido contar con el tridente ofensivo ideal de la pasada temporada -Diego, Martín y Mella-. Inevitablemente, el Fabril lo tiene que notar.
Sí, pero un filial tiene que tratar de trabajar con los jugadores con los que puede contar. Si es porque están en el primer equipo, es algo a tener en cuenta en el rendimiento inmediato del filial, pero es para felicitarnos tanto el cuerpo técnico del Fabril, como el del Juvenil y todos los que trabajaron con esos chicos en Abegondo. Es el objetivo que perseguimos cada temporada.

 

Un filial tiene que tratar de trabajar con los jugadores con los que puede contar

 

23 jugadores titulares en 16 jornadas. ¿Es un dato positivo o no tanto?
Son muchos, pero no es producto de ningún tipo de duda con los jugadores sino producto de que tenemos una plantilla de 22 futbolistas de los cuales dos están en edad juvenil y siete, ocho o nueve ya han tenido alguna convocatoria con el primer equipo. Ha habido lesiones y todos han tenido oportunidades. Tenemos una plantilla amplia de la que está tirando el primer equipo e igual que salen jugadores por arriba para el Depor, que es un objetivo en sí del filial, por abajo también deben llegar futbolistas para jugar algún partido con el Fabril.

 

En el Fabril han participado ocho juveniles en lo que va de temporada.
El objetivo de la cantera es que si pierdes jugadores por un lado, des salida a otros y es lo que hemos estado haciendo.

 

La temporada pasada, el Fabril tenía juveniles con un peso importante en el equipo como Diego, Martín, Mella, Rubén... Esta campaña, el único juvenil que tiene protagonismo con el filial es Kevin.
Puede que la categoría influya por su exigencia y también el grado de madurez en las generaciones de jugadores que pueden llegar a ser importantes. La Segunda Federación es un escalón más y de ahí que sea una dificultad añadida.

 

¿Habrá cambios en la plantilla del Fabril en el mes de enero?
Ahora mismo no lo sé. Un club profesional como el Deportivo está trabajando de manera continua para ver jugadores y valorar las necesidades que puede haber. Depende de muchos factores: de los jugadores con los que podremos contar en la segunda vuelta, de si puede haber alguna necesidad específica por las lesiones... Todo lo que sea susceptible de mejorar, el club lo mejorará.

 

Todo lo que sea susceptible de mejorar, el club lo mejorará

 

¿Óscar Gilsanz quiere que llegue algún fichaje?
El entrenador siempre va a querer y a desear a cualquier jugador que venga para mejorar el nivel del equipo. Eso hará que aumente el nivel general y el de los demás jugadores.

 

Esta es su tercera temporada como entrenador del Fabril, la primera en Segunda Federación y la peor en cuanto a resultados.
Está siendo muy exigente en el día a día con los jugadores y muy satisfactoria porque la capacidad de trabajo que tiene este grupo es muy grande. La calidad del trabajo en el día a día es muy alta, quizá el año en el que más. Los jugadores están rindiendo a un nivel muy alto. En el cuerpo técnico tenemos la sensación de que esta es la temporada en la que los jugadores más y mejor están respondiendo a lo que nosotros les exigimos.

 

¿Cómo lleva el hecho de no ganar tanto como en sus anteriores temporadas en el Deportivo?
Tengo 50 años y llevo muchos entrenando. He estado en un Juvenil de División de Honor del Depor que ganaba siempre. Gracias a dios he tenido alguna temporada muy buena en Preferente y en Tercera que te obliga a ganar mucho, pero sé que el fútbol es mucho trabajo y mucha pelea para pocos momentos positivos. Hay más momentos malos que buenos. Normalmente se gana mucho menos de lo que se pierde. La realidad del fútbol y de la vida es ir autoimponiéndote retos que te hagan mejorar cada día. Cuando ganas todo el mundo te está esperando para decirte lo guapo que eres y el pelazo que tienes, incluso a mí, pero cuando pierdes te miran pensando: este no es tan bueno. Los resultados van y vienen y tú debes mantenerte más firme cuando los resultados no son buenos porque es cuando la gente más va a dudar. Estoy muy tranquilo con nuestro trabajo, pero asumo el reto importante de que este equipo siga creciendo en cuanto a rendimiento y obteniendo buenos resultados, pero lo llevo con la naturalidad del que sabe que los resultados son efímeros y que lo importante es ser mejores cada día.

 

La realidad del fútbol y de la vida es ir autoimponiéndote retos que te hagan mejorar cada día

 

¿Genera más estrés tener que ganar siempre como la pasada temporada porque el objetivo era el ascenso o verse cerca del descenso y con bajas esta campaña?
Cuando estudiaba, pensaba cuándo llegaría el momento en el que poder trabajar para no estar siempre pendiente de los exámenes. Cuando trabajaba y vivía con mis padres, pensaba cuándo me independizaría. Después me independicé y pensaba en tener hijos. Cuando tuve hijos pensaba en cuando fuesen mayores. Y cuando fuesen mayores... ¿Cuándo tienes más estrés y cuándo tienes menos? El fútbol es igual. Cuando estaba en Preferente y el objetivo era ascender con el Betanzos, pensaba en cuándo podría tener una temporada tranquila en mitad de tabla. Cuando llegué a Tercera a un equipo como el Racing Villalbés en el que estar en mitad de tabla era positivo quería estar más arriba porque si no no te valoraba nadie. Cuando estaba en Tercera con el Fabril quería ascender. Después de ascender, estamos en Segunda Federación y es lo mismo. La temporada pasada teníamos la ilusión de ascender por el equipo, por el cuerpo técnico, por el club... Ahora tenemos el reto de mantenernos en esta categoría a la par de ser un equipo de formación.

 

¿Le desgasta la exigencia del Deportivo?
De momento no porque los retos están siendo muy diferentes y bonitos. Trabajar con gente joven te da la posibilidad de empaparte un poco del carácter jovial que tienen. No tengo esa sensación de desgaste que sí he tenido en algún otro momento de mi carrera deportiva. Creemos que cada día en Abegondo es una buena aventura entrenando y sacando rendimiento a estos jugadores. Trabajar para el Deportivo es una aventura muy satisfactoria.

 

¿Cuál ha sido el momento más complicado de la temporada para Óscar Gilsanz?
A nivel clasificatorio, el momento más complicado es el actual porque estamos en puesto de 'playout'. En mi cabeza sólo está el ser capaces de superar este momento, pero no sólo por el equipo a nivel clasificatorio sino para que los jugadores se den cuenta de que a veces necesitamos conseguir rendimiento cuando la gente duda. Hasta ahora nadie ha dudado de los resultados de este grupo de jugadores ni en el Juvenil A ni en el Fabril. Ahora tienen que darse cuenta de que en este momento de dudas deben responder igual y va a ser un aprendizaje importante para su futuro profesional. Trataremos de estudiar otra página más de ese libro que tienen que ir escribiendo para, el día de mañana, ser jugadores importantes en el club.

 

¿Les afectan las críticas a los jugadores del Fabril?
No hay un manual para trabajar cada cosa que le pasa a un equipo. A todo el mundo le afecta que no salgan las cosas en la vida laboral, deportiva o personal. Tratamos de transformar las cosas que les afectan a los jugadores en energía positiva para poner los medios para mejorarlo.

 

Tratamos de transformar las cosas que les afectan a los jugadores en energía positiva para poner los medios para mejorarlo

 

¿Cómo es la relación con sus futbolistas?
Diría que normal. No soy de estar encima de los jugadores. No intercambio whatsapps con ellos ni cuando están en el equipo ni cuando salen de él. Ellos deben verme como su entrenador, lógicamente, pero también como una persona a la que se le puede tocar a la puerta para comentarle cualquier problema deportivo o no. Es muy difícil que alguien te diga: tengo un problema. Hay que acercarse al problema y yo trato de estar cerca del jugador para que él esté lo más a gusto posible.

 

¿Han tocado a su puerta?
Sí, lo han hecho. Cuando estás cerca de ellos intercambian cosas contigo. Es importante saber las necesidades que tiene cada uno.

 

¿Entra en el vestuario de sus futbolistas?
No, es muy difícil que entre en el vestuario de los jugadores. Es más, tenemos una cafetera allí que es de todos, cuerpo técnico incluido, y a veces les pido a compañeros del cuerpo técnico que me traigan el café porque prefiero no ir. El vestuario es de los jugadores y de gente que trabaja en el propio vestuario como utilleros, fisioterapeutas y demás e intento mantenerme al margen. Yo sólo entro los cinco minutos de la charla de los partidos, los diez del descanso y los cinco tras acabar el partido para animar o felicitar.

 

¿Es buena la relación entre sus futbolistas?
Es buenísima. Evidentemente, me imagino que no habrá 22 relaciones interpersonales buenísimas. En la última jornada, veníamos jodidos en el bus después de perder 4-1 contra el Pontevedra, estábamos viendo el partido del primer equipo y cuando saltó Mella al campo los jugadores lo celebraron con una ovación. Hay una relación muy sana entre ellos y no es fácil. Tienen una interacción continua y no hay cena o cualquier actividad en la que los jugadores que normalmente están en dinámica de primer equipo no quieran venir o no estén con nosotros.

 

Me han chivado que Barcia no se ha perdido ninguna cena del Fabril.
Barcia sigue participando en casi todas las actividades del Fabril porque se considera uno más, pero me parece normal. Recuerdo que cuando pasé al primer equipo del Betanzos no me perdía ningún entrenamiento del Juvenil. Mis amigos estaban en el Juvenil y yo entrenaba con el Juvenil y después con el primer equipo.

 

Barcia sigue participando en casi todas las actividades del Fabril porque se considera uno más

 

¿Cómo es su relación con el míster del primer equipo?
En una entidad como el Deportivo las relaciones están dirigidas en el organigrama del club. Hay gente que dirige y que coordina la subida y bajada de jugadores. Mi relación con Imanol es muy normal. No es periódica pero charlamos de vez en cuando.

 

¿Entiende que Idiakez haga convocatorias de 22 jugadores, que se lleve a varios del Fabril y que no jueguen ni un solo minuto?
Entiendo que cuando hay una convocatoria, el entrenador no sabe quiénes van a jugar y quiénes no.

 

Ha habido cambios en la dirección de la cantera. ¿En qué le ha afectado a Óscar Gilsanz?
Yo actúo de la misma manera. Antes, el director de cantera era Fran y ahora lo es Albert. Trato de trabajar de la misma manera y tengo la misma libertad para trabajar en mis funciones.

 

Cuando le va mal al primer equipo y un sector de Twitter pide a Óscar Gilsanz, ¿cómo se lo toma?
Con orgullo porque supongo que será por el trabajo que este cuerpo técnico ha hecho en los últimos años, pero lo que quiero es que el Depor ascienda a Segunda con Imanol de entrenador.

 

¿Pero se siente preparado?
Por supuesto que sí.

 

¿El objetivo del Fabril es sólo conseguir la permanencia?
Es como una balanza en la que por un lado el objetivo es formar jugadores para acercarlos al primer equipo pero por otro no hay que descuidar la competición. Estamos en una categoría importante y tenemos ese doble objetivo. El objetivo de un entrenador es conseguir el máximo rendimiento de los jugadores que tiene y hacer crecer a esos jugadores en su propio rendimiento. Es un trabajo infinito.

Gilsanz: "Quiero que el Depor ascienda a Segunda con Imanol de entrenador"

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