José Durán, entrenador del Bergantiños, no ocultó que su equipo estuvo lejos de la versión esperada por el cuerpo técnico en el partido del pasado sábado contra el Palencia, en el que su equipo sufrió la sexta derrota consecutiva.
“Parecemos equipos distintos entre el equipo que entrena durante la semana y el que luego sale a competir el fin de semana, sobre todo en la fase ofensiva. No conseguimos encontrarnos prácticamente en ningún partido, en ningún campo y en ninguna situación”, empezó explicando Durán.
Y añadió que “hasta el minuto 10 parecía que teníamos la situación controlada, que nos encontrábamos bien, jugando en campo contrario, pero a partir de dos jugadas dubitativas en ataque nos fuimos yendo a menos y el equipo se fue descomponiendo sobre todo en la fase ofensiva y eso se fue contagiando a la parte defensiva. Lo mejor del equipo es que es todo corazón, que es todo ganas. De hecho, estaban muy fastidiados. Estoy seguro de que vamos a volver todos con muchas ganas de trabajar duro, de preparar el partido, de intentar buscar soluciones, de cambiar cosas para que la gente se sienta más segura en el juego y de ser capaces de merecer más en cada partido para poder ganar, que es lo que necesitamos”.
Carencias
¿Qué le falta al equipo? “Sobre todo precisión. En ataque durante la semana estamos trabajando bien, hay mucha precisión, hay finalización, el equipo trabaja con mucho ritmo de juego ofensivo y después nos cuesta mucho llevarlo a la competición”.
José Durán no dudó en reconocer que el último fue el peor partido desde que es entrenador del Bergan. “Sí, es el que peor sensaciones me deja porque en ningún momento siento que tengo el control en ninguna fase del juego. Excepto los primeros diez minutos, que creo que el partido está controlado y estamos bien posicionados. Incluso en esa posición de mediapunta, de falso ‘9’, que pusimos a José para darle libertad y hacer jugar al equipo, lo estaba haciendo. La idea era continuar por ahí, pero no fuimos capaces de mantener ese juego de creación para luego encontrar profundidad. Poco a poco nos fuimos descomponiendo en la fase ofensiva, que luego nos afectó en la fase defensiva”.
“Es muy difícil para este equipo, que creo que está construido para atacar, que ahora no le salen las cosas, tener que estar transitando continuamente ataque-defensa. A este equipo le cuesta tener que estar jugando todos por detrás del balón, sufre con ello, y realmente cuando mejor estuvimos en los últimos partidos es cuando el equipo, a pesar de todo, está ordenado y está por detrás del balón”, apuntó.
