El Paiosaco no solo consiguió tres puntos contra el Atlético Arteixo sino que se demostró a sí mismo y demostró a la categoría que tiene capacidad para luchar por la permanencia en las seis últimas jornadas de liga a pesar de que no consigue abandonar los puestos de descenso a Preferente.
El Atlético Arteixo de Juan Riveiro es uno de los equipos más en forma del grupo 1 de Tercera. Así lo dicen sus resultados. Hasta el pasado sábado, cuando cayó ante el Paiosaco, era el segundo equipo con más puntos en la segunda vuelta. Solo el Arosa (19) tenía más puntos que el cuadro rojiblanco (18).
Teniendo en cuenta ese dato cobra todavía más importancia el partidazo que se marcó el Paiosaco en Ponte dos Brozos. Diego Armando García, míster del cuadro verdiblanco, apostó por un 1-4-2-3-1 asimétrico con Javi Sande fijo por delante de los centrales, con un Moure con más recorrido, sobre todo a nivel defensivo, con Josiño en la mediapunta, con Bilal pegado a la banda derecha y con Raña, aunque partiendo desde la izquierda, con muchísima libertad. Cristian, el delantero, tenía claro que debía buscar la espalda de los centrales rojiblancos y así llegó el primer gol.
El 0-2 nada más comenzar la segunda mitad, obra de Josiño, que está en un momento de forma sensacional, puso más de cara todavía el partido al Paiosaco. Pintaba una segunda mitad más o menos plácida, pero Edu recortó distancias, el Arteixo apostó por el juego directo y el Paiosaco, justo de centímetros para defender centros laterales y todo tipo de envíos al área, optó por modificar el dibujo.
Diego García entendió que con tres centrales –añadió a Beto a los dos de inicio– podría defender mejor ese tipo de acciones. El Paiosaco acabó con un 1-5-4-1 con Eiroa e Iván Amor en las bandas y Casariego en punta. Sufrió pero ganó, que era de lo que se trataba.
