Los veintitrés jugadores que componen la plantilla del Betanzos coinciden en una palabra: sufrimiento. Lo pasaron mal ante el Unión, que se adelantó por 2-0 y parecía que les iba a dejar sin ascenso a Tercera Federación. Finalmente consiguieron voltear el partido y cumplieron su objetivo. De esta forma, el regusto fue todavía mejor.
Ángel, betanceiro y uno de los últimos en llegar, se incorporó al equipo de su pueblo tras el descenso del Arzúa (todavía sin confirmar), se mostró exultante.
“Desde que llegué, el equipo me acogió perfecto, me integré en nada. Éste era el objetivo cuando firmé y ahí estamos. El descenso del Arzúa está por confirmar, ojalá se salve. Pero estoy muy contento de que mi pueblo esté de nuevo en Tercera. Nos pusimos un poco nerviosos, pero conseguimos remontar el partido, que era lo importante. Nadie contaba con nosotros cuando el equipo perdió cinco partidos seguidos”, señaló el mediocentro.
Si tuvo un nombre propio el partido ese fue el de Iago Blanco, autor de dos goles. El delantero no pudo contener la emoción al dedicar la victoria a su abuela.
“Dedícollo á miña avoa, que faleceu este ano (emocionase) e tamén á xente que me apoiou durante as oposicións”, exclamó el ariete.
Asimismo, analizó una temporada de contrastes para él. “Foi difícil por levar un ano parado e despois empecei a xogar demasiado para o tempo que estiven parado”, indicó. El punta entiende que, pese a su protagonismo en el último encuentro, “eso é o de menos, o bonito e ascender”.
Si se habla de Iago Blanco hay que citar a Juan de Dora, el encargado de marcar buena parte de los goles del equipo antes de caer lesionado. No lo pasó nada bien en el banquillo. “Cando deixe de xogar ao fútbol non piso un campo máis na miña vida. Eu non sirvo para estar aquí”, bromeó.
“A verdade e que co 2-0 pensei que se iba o ascenso, pero estes volveron facelo, como outros días nos últimos minutos. Espero que cure ben (a lesión) e a partir de setembro estar dando guerra nos campo”, deseó.
El capitán Carneiro entiende que el equipo no tuviera su mejor día. “No estuvimos muy bien pero es normal, había nervios y al final se consiguió, que es lo importante. Cuando íbamos 2-0 lo veía mal, pero este equipo nunca deja de confiar”, señaló el defensa.
Su dedicatoria fue especial. “Se lo dedico a los chavales que vienen a vernos y tienen la ilusión de jugar en el primer equipo; y también es un buen día para acordarse de Dani, que nos entrenó a muchos de los que estamos aquí”.
Otro jugador importante, Pájaro, dijo que “estas cosas no son fáciles de conseguir y cuando pasan son un recuerdo para toda la vida”. Destacó el hecho de haberse impuesto a conjuntos del nivel del Boiro y el Noia. “Le ganamos a dos equipos que tienen muchísimo más presupuesto que nosotros y una plantilla mejor jugador por jugador, pero nosotros somos mejor equipo”.
Por otra parte, el portero Rumbo valoró con humor la sufrida victoria. “Pudimos cerrar de la mejor forma posible el año. Lo de la segunda vuelta y las remontadas es algo digno de estudio. Cuando marcaron el 2-0 pensé que se acabó, pero al llegar el 2-1 volví a creer, porque ya habíamos logrado remontadas. Espero que sea semana libre (risas), que lo oiga el míster. Yo pedí cinco días en el curro (risas)”.
Otro de los capitanes, Mon, se emocionó al recordar el paso del equipo por Primera Galicia. “Es un partido de mucha tensión. Nos daba igual cómo, pero teníamos que sacarlo adelante. No hicimos buen partido, pero creo que nos lo merecemos por todos los años que llevamos aquí peleando desde Primera (se emociona). Llevo aquí muchos años, éste fue duro por circunstancias, peleamos contra tres transatlánticos. El club hizo un trabajo formidable, desde que caímos a Primera hemos ido creciendo poco a poco”.
El central Da Lama, muy importante en el tramo final de la temporada, reconoció que durante el descanso hablaron y se conjuraron para lograr darle la vuelta al marcador. “Había que sacarlo como fuera. Nos valía el empate y ya hablamos en el descanso de que si que llegábamos bien a los últimos minutos le íbamos a dar la vuelta, porque somos un equipo que lo hace. Creímos y al final lo conseguimos. Una pena que la Sarriana también ganó, pero al final lo importante es el ascenso. Una alegría tremenda. Se lo dedico a los chavales que vinieron a vernos, a la gente de Betanzos y a mi familia”.
También fueron interesantes las palabras de Martín Lago: “Una temporada espectacular de principio a fin. Hubo momentos malos, pero el equipo siempre trabajó, siempre creyó en la idea del míster. Nunca agachamos la cabeza, nunca bajamos los brazos y al final se ve recompensado con este ascenso, que el club y el pueblo se merecían. Muy contento por el ‘presi’, por el míster y por los compañeros. El grupo humano que había dentro del vestuario era buenísimo. Me gustaría acordarme de Juan (de Dora), que no pudo estar en los últimos partidos y es parte importante. También de Dani Rodríguez, que se habría alegrado mucho por nosotros”
