Más allá de que el gol, el único del partido y el que provocó la octava derrota consecutiva del equipo, fue una acción desafortunada de Brunet en propia puerta, el Bergantiños no hizo un buen partido contra un Laredo superior en el juego directo y en todo lo que rodea a ese tipo de fútbol. El equipo carballés se contagió de su rival, no consiguió o no quiso asumir iniciativa propia y solo en los últimos minutos, con más corazón que cabeza, con Agulló de delantero y Remeseiro de central, consiguió inquietar y rozar el empate.
En su sexto partido al frente del equipo, José Durán optó por una modificación en el planteamiento inicial, desestimó el habitual 1-4-3-3 e igualó el sistema del Laredo saliendo con un 1-4-4-2 con un doble pivote formado por Brunet y Remeseiro, con Josiño en la derecha, Beceiro en la izquierda; y Pacheco y Pedrosa como pareja de delanteros. Enfrente, un rival estructurado con el mismo dibujo, con una idea muy clara en ataque de juego directo, dominio de segundas jugadas y verticalidad y con mucho orden, trabajo y sacrificio en la fase defensiva.
No hubo grandes ocasiones en el primer tiempo más allá de un cabezazo de Pacheco tras un centro desde la izquierda pero el balón salió cruzado; y un centro chut de Mikel Álvaro que impactó en el larguero y luego en la cabeza de Santi Canedo, una de las principales novedades en el once inicial después de tres suplencias, como también llamó la atención la titularidad de Espeso en el lateral izquierdo en lugar de Sellés. Antes de esa ocasión a la madera, el Laredo tuvo un remate de Santamaría en una falta lateral; Santi reaccionó con una buena parada abajo.
El Bergantiños se estaba dando contra un muro en el intercambio de golpes con un juego directo en el que se sentía más cómodo, incluso dominador, el Laredo. En el descanso, Durán le dio una vuelta a su equipo sin hacer sustituciones y movió a Beceiro a la derecha, Pedrosa a la izquierda, Josiño en la mediapunta y Pacheco como ‘9’ en un 1-4-2-3-1 pero al conjunto carballés le seguía costando elaborar ante un rival bien armado y muy sacrificado en el trabajo defensivo.
El primer cambio fue el de Boedo por Pedrosa, regresando Beceiro a la izquierda y, cinco minutos después, en el 65, llegó el único gol del encuentro. Nació en una falta frontal colgada desde cerca de la línea del medio del campo. La bola iba directa hacia el segundo palo, donde el central Santamaría ganó la disputa a Espeso enviando la pelota al corazón del área pequeña. Agulló no llegó a despejar y Brunet, orientado hacia su portería, cabeceó a gol tratando de desviar. 0-1.
Lo intentó el Bergan desde el 73 con Garrido de falso lateral izquierdo, con Josiño de falso extremo izquierdo y con Pacheco y Beceiro en punta. Incluso en el tiempo añadido con Agulló de delantero, Boedo y Beceiro por fuera, Julen y Josiño por dentro y Remeseiro de central. La ocasión más clara llegó en el 96 en una jugada de Boedo por la derecha en la que dio el pase atrás desde la línea de fondo. Pacheco tenía el remate franco pero su golpeo no fue limpio y cruzó el esférico en exceso. Ahí murió el partido.
Bergantiños 0-1 Laredo
BERGANTIÑOS (1-4-4-2): Santi Canedo; Brenes (Palomares, min.69), Agulló, Quindimil, Espeso (Garrido, min.73); Josiño, Brunet (Julen, min.69), Remeseiro, Beceiro; Pacheco, Pedrosa (Boedo, min.60).
LAREDO (1-4-4-2): David Puras; Diego Marta, Pereja, Santamaría, Ojeda; Mikel Álvaro, Sanmi, Carral (Edu, min.61), Jesús Puras (Sebas, min.91); Cañizo (David Nates, min.86), Musy.
GOL: 0-1, min.65: Brunet, en propia puerta.
ÁRBITRO: Rodríguez García (Asturias). Amonestó a Brunet (26), Quindimil (48), Remeseiro (69), Agulló (92), del Bergantiños; y a Santamaría (30), del Laredo.
CAMPO: As Eiroas.
