El entorno de la Ciudad Deportiva de Riazor es abundante en homenajes a través de estatuas, placas y monolitos a personajes importantes del deporte coruñés. ¿Quién es quién en el parque escultórico de Riazor? Los recordamos a continuación.
El más antiguo reconocimiento data de junio de 1956. Es una placa de homenaje a Arcadio Vilela Gárate (A Coruña, 1883-1946), pionero y decano del tenis en la ciudad. Se ubica en el interior de la Polideportiva nº1 de Riazor, que originalmente fue una pista de tenis al aire libre. Falleció el 19 de mayo de 1946, a los 63 años, al recibir varios disparos por la espalda por parte del comando de Manuel Bello Parga cuando subía las escaleras hacia la redacción de El Ideal Gallego —donde trabajaba desde mediados de los años 30— en la avenida de Rubine, en el solar donde hoy se ubica un centro de salud y belleza. Su asesinato sembró de consternación a la ciudad, lo que provocó que su entierro fuese uno de los más multitudinarios en la historia de A Coruña, junto a los de Alfonso Molina (1958) y el doctor Enrique Hervada (1953).
A Coruña fue una de las sedes de la Copa del Mundo de 1982. El 19 de junio de aquel año fue inaugurada una estatua obra del escultor lucense Buciños. Unos días después, en la base se añadió una placa conmemorativa de la visita del entonces presidente de la FIFA, Joao Havelange, para presenciar uno de los tres partidos que tuvieron como escenario el recinto herculino.
A Coruña dedicó una estatua en 1979 a Juan Acuña Naya (A Coruña, 1923-2001). Uno de los mejores porteros de la historia del fútbol español, ganador de cuatro trofeos Zamora de Primera División y ninguneado por las autoridades federativas y los seleccionadores en favor del barcelonista Ramallets y el valencianista y ‘txuri-urdin’ Eizaguirre. Conocido como ‘Juanito’ o ‘Xanetas’, defendió la portería deportivista durante algo más de tres lustros y más de 400 partidos oficiales.
Eduardo González Valiño (A Coruña, 1911-1979), más conocido como Chacho, recibió el homenaje de su ciudad diez años después de su muerte, con una escultura obra de F. Escudero inaugurada el 12 de agosto de 1989. Chacho es aún hoy el máximo goleador de la selección española en un solo partido. Fue jugador y entrenador del Deportivo y, sobre todo, formador de futuros futbolistas. Jugó con España el Mundial de 1934, siendo el primer jugador coruñés y el primero perteneciente al Deportivo en tomar parte en el torneo.
El mismo año que la ciudad recordó para siempre a Acuña también lo hizo con Luis Otero Sánchez-Encinas (Pontevedra, 1893-A Coruña, 1955), que abandonó el Fortuna de Vigo después de la fusión con el Vigo Sporting que originó el Celta, para incorporarse a un Deportivo en el que ya había militado en sus años mozos. Medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, la estatua le reconoce como primer jugador en defender a ‘la Roja’ perteneciendo al Deportivo, en 1924 frente a Austria, aunque este honor debería recaer en Joaquín Vázquez, aunque ha constado hasta nuestros días que acudió a Amberes como futbolista del Racing de Ferrol. Con el Deportivo, Otero es pieza clave en la conquista de su primer título gallego (1926-27), siendo el primer equipo no vigués en levantar el trofeo. Echó raíces en A Coruña, donde regentó el Bar Otero, en la calle Olmos, famoso durante décadas por sus calamares fritos.
Arsenio Iglesias Pardo (Arteixo, 1930-A Coruña, 2023) es el personaje con mayor incidencia directa en el terreno de juego en la historia del Deportivo, gracias a sus 146 partidos como jugador y sus 566 encuentros como entrenador. Por iniciativa del Club de Leones Marineda, en colaboración con el Ayuntamiento, cerca de la entrada a la iglesia de las Esclavas se inauguró en 1995 un busto suyo obra de Eduardo Rodríguez Osorio.
José Pérez-Ardá López-Valdivielso (A Coruña, 1913-1978) puede ser calificado como el alcalde que más hizo por el deporte en la ciudad. Fue regidor municipal en tres épocas distintas. Durante su primer mandato (1939-1940) dio el pistoletazo de salida a la construcción del estadio de Riazor, a lo largo del segundo (1943-1944) prácticamente quedó finalizado y en el tercero (1969-1974) se levantó e inauguró el Palacio de los Deportes.
Teniente Coronel de Artillería del Ejército de Tierra, fue un gran impulsor del atletismo en A Coruña, que le dedicó un monolito en 1996. Organizador, directivo y entrenador, forma el Equipo Militar de la VIII Región, con sede en A Coruña, único conjunto gallego que ha sido capaz de ganar el Campeonato de España de Clubes Masculinos (1966). Dos años antes es determinante para que los Mundiales Militares de Atletismo tengan como escenario el estadio de Riazor. También fue presidente de la Federación Coruñesa de Atletismo.