Lucas Yáñez: “No me quité la medalla hasta que fui a la ducha"
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Lucas Yáñez: “No me quité la medalla hasta que fui a la ducha"

Lucas Yáñez: “No me quité la medalla hasta que fui a la ducha"
Lucas, bicampeón mundial júnior de patinaje artístico | Raniero Corbelletti

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Pasaban de las tres de la madrugada del viernes en España (cuatro horas menos en Argentina), cuando Lucas Yáñez esperaba su turno en la cámara de llamadas del Pabellón América de Buenos Aires. La gran estrella mundial del patinaje artístico júnior, primero en el programa corto dos días antes, era el último en el orden de salida. Aquello de ‘los últimos serán los primeros’ cobra más sentido con Lucas.

 

“Antes de salir intento no pensar en nada, solo me centro en visualizar mi disco”, reconoce por teléfono desde el otro lado del charco el patinador oleirense , que repitió la mejor puntuación de los participantes en los cuatro minutos y medio de programa largo, inspirado en la película Matrix, para coronarse como campeón mundial júnior por segundo año consecutivo.
 

“Es verdad que salí con una buena diferencia del corto, pero tenía mucha presión por el oro del año pasado y toda la gente esperaba que lo hiciera muy bien”, añade Lucas, todo concentración y “mente fría” cuando se calza los patines.

 

Fenómeno fan
 

Ni siquiera el rugir de una grada llena de admiradoras y admiradores distrajo al coruñés de su objetivo. “Los gritos siempre me ponen un poco más nervioso, pero el apoyo de la gente también me ayuda a crecerme y a salir con más confianza”, arguye.
 

Lucas es una “verdadera estrella”, reconoce su entrenadora de toda la vida en el CPA Maxia, Rosa García. “Estoy súper agradecido a las chicas y los chicos que me tiran tantos regalos, cartas o dibujos”, celebra el patinador, que se empeña en compartir las decenas de ‘stories’ que sus fans publican en Instagram. “Es un no parar, son horas y horas de fotos y autógrafos. Tenemos que salir por la puerta de atrás”, desvela Rosa.
 

La notoriedad de Lucas en Argentina contrasta con su falta de reconocimiento en casa. Aquí es un chaval más de 18 años, pero poco a poco se ha hecho un hueco en los medios de comunicación y entre la gente. “En España no es tan exagerado, pero el ambiente en los pabellones va a más”, comenta el prodigio coruñés. “El año pasado ya le dieron importancia. Salió en Telecinco, Antena 3 y la TVG”, recuerda su entrenadora.

 

Un año de oro
 

Lucas cerró en Buenos Aires su ciclo júnior y un año inmejorable con cuatro oros en las cuatro grandes competiciones de la temporada: en los World Skate Games añadió el título Mundial a sus éxitos en el Europeo, el Nacional y la Copa del Mundo. “Ha sido un año largo, pero todo oros, ¿qué más puedo pedir? Estoy súper contento”.

 

El oleirense no se separó del preciado metal durante horas: “Me fui a dormir y me desperté con la medalla, bajé a desayunar con ella y no me la quité hasta que fui a la ducha”, ríe.

 

Ahora se tomará “unas semanitas” de vacaciones antes de empezar a preparar el gran salto a la categoría absoluta. Consciente del siguiente paso en su carrera, Lucas se exige la excelencia: “Siempre hay algo que mejorar en la pista, ya sea en la parte técnica o en la artística. En sénior hay muchos rivales con la mente fría. No se puede fallar”. El bicampeón mundial se hace mayor.

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